La austeridad ha marcado la tónica del último verano en Mediaset. La cadena de Fuencarral ha recortado un 4,9 por ciento sus gastos en el tercer trimestre estanco para compensar la caída del 2 por ciento de los ingresos publicitarios y así conseguir subir el beneficio trimestral y frenar el deterioro del mismo en el conjunto del año. En concreto, el beneficio neto de los nueve primeros meses de 2018 ha subido un 0,6 por ciento, hasta los 146,9 millones de euros, mientras que los ingresos caían el 0,7 por ciento y el ebitda se recortaba un 2,6 por ciento. El ajuste adicional realizado en el consumo de derechos y en los costes de personal durante el verano responde a la estrategia de la compañía de compensar los mayores costes en programación registrados en el segundo trimestre del año, cuando emitieron el Mundial de Fútbol. Y es que, la firma no consiguió generar los ingresos esperados con el deporte rey durante el segundo trimestre del año, cuando sus ingresos se mantuvieron planos. Pese al recorte en el consumo (un 20 por ciento hasta septiembre), la audiencia de la cadena se ha mantenido al alza.