El Supremo, dividido ante el recurso de Endesa que pide la suspensión de la opa de Gas NaturalEl presidente de la Sala, Ramón Trillo, se inclina por favorecer a la gasista berlín/ madrid. El futuro de Endesa se discutió ayer en dos frentes igual de importantes para el futuro de la eléctrica: Berlín y Madrid. En el primer encuentro oficial entre Angela Merkel y José Luis Rodríguez Zapatero en la capital alemana, la política energética apenas generó tensión, ya que ambos mandatarios se mostraron dispuestos a que la opa lanzada el pasado 21 de febrero por la alemana E.ON sobre Endesa no "empañe las relaciones bilaterales", en palabras de la canciller. "Corresponde a la agenda europea", apuntó Zapatero.Pero en Madrid, en la sede del Tribunal Supremo, hubo múltiples desencuentros entre los 34 magistrados que tuvieron que deliberar en la Sala III de lo Contencioso Administrativo sobre el recurso presentado por Endesa reclamando la suspensión de la opa de Gas Natural. Los jueces se levantaron de sus sillones pasadas las 20.00 horas sin tomar una decisión, y tendrán que continuar hoy su deliberación. La división surgió por la sorpresa que supuso que el presidente de la Sala, Ramón Trillo, expusiera en su ponencia una tesis que no es favorable a Endesa, al contrario de lo que se había supuesto, según fuentes jurídicas.Ramón Trillo llegó al cargo con la votación de la mayoría conservadora del Consejo del Poder Judicial, por lo que se le suponía más proclive a apoyar las tesis de Endesa. Pero no fue así, y la Sala se convirtió durante todo el día en un hervidero de opiniones encontradas sobre la operación.Tema entre empresasAjenos a la batalla campal que se estaba desarollando en el Supremo, Zapatero y Merkel repetían su consigna: la oferta es un "tema entre empresas" y, por tanto, la pelota está en manos de los tribunales (en este caso el Tribunal Supremo español y Bruselas).La canciller alemana admitió que habían conversado "de forma amistosa" sobre el hecho de que "E.ON, como empresa privatizada, ha lanzado una oferta sobre la española Endesa, algo que tendrá que ser evaluado conforme a los reglamentos vigentes".Zapatero desvió las tensiones hacia Bruselas: "Si contáramos con una política energética común, estas fricciones no existirían", apuntó. Se refería a la oposición que ha mostrado su Gobierno ante la oferta del gigante energético alemán, que se plasmó incluso en un real decreto, conocido como decreto anti-E.ON, que sirve para ampliar los poderes de la Comisión Nacional de la Energía.Zapatero admitió ayer la libre circulación de capitales en el seno de la UE, pero también insistió, una vez más, en la "singularidad del sector energético en España".El presidente del Gobierno recordó que en nuestro país no existe presencia pública en las energéticas, "al contrario de lo que ocurre en el resto de Europa", y como para exculpar la intervención del Gobierno en este intento de fusión empresarial europeo, explicó la falta de conexión energética de España, "por su carácter peninsular" y la necesidad de reforzar las interconexiones con el resto de Europa para poder profundizar en la garantía de suministro, algo que preocupa al Ejecutivo español.Con todo, el presidente español, dispuesto a no empañar las relaciones bilaterales entre ambos países y líderes -que aunque ideológicamente distantes, forman parte de esa nueva generación de gobernantes europeos condenados a entenderse- insistió en que la operación se "sitúa en el ámbito de la iniciativa privada", y aunque el "Gobierno español tiene algo que decir al respecto, será en el marco de las reglas de la Unión Europea". Por tanto, es el Tribunal Supremo quien tiene ahora la palabra. Endesa recurrió al Alto Tribunal el pasado 9 de febrero, apenas una semana después de que el Consejo de Ministros autorizara la opa de Gas Natural sobre la eléctrica con 20 condiciones. Entre las medidas cautelarísimas (sin escuchar a las partes) que pedía la compañía, estaba la suspensión de la operación antes de que la Sala tomara una decisión, extremo que fue rechazado por el Supremo por considerar que no había "una especial urgencia" para tomar tal decisión.La deliberación continuará hoy, pero la Sala ha quedado dividida y, según fuentes jurídicas, será muy difícil llegar a un consenso. Por un lado, está la sorpresa que ha supuesto la postura de Ramón Trillo, y además la decisión tiene que estar muy bien fundamentada, ya que la decisión puede sentar jurisprudencia para operaciones similares. Nunca antes una compañía había recurrido judicialmente una decisión del Consejo de Ministros sobre una operación empresarial.