Niega contactos con la firma y dice que venderá su 4,7% si no hay acuerdo antes de agosto de 2019El 'holding' saca músculo al mejorar ingresos, ocupación y ganar un 9,1% más pese al crudoEl interés de IAG por Norwegian tiene fecha de caducidad: verano de 2019. El consejero delegado del holding aéreo, Willie Walsh, aseguró ayer en un encuentro con analistas que tiene previsto deshacerse del 4,7 por ciento que tiene de la aerolínea noruega si no consigue cerrar un acuerdo de compra "en agosto de 2019, como tarde". La dueña de Iberia lanza así un nuevo ultimátum a la firma de bajo coste tras casi seis meses sin contactos oficiales mientras trabaja en impulsar el crecimiento de Level. "No somos un inversor financiero. Entramos en el capital de Norwegian con la intención de tomar el control de la misma y si no podemos nos iremos. No vamos a tener la participación durante mucho tiempo", ha asegurado Walsh en más de una ocasión en conversaciones con la prensa. En este punto, el directivo irlandés aseguró ayer que "no hay ninguna novedad" ni avance de ningún tipo en las negociaciones por lo que, pese a que todavía no se ha cerrado la puerta a la operación, cada vez parece más lejana la posibilidad de que IAG se haga con el control de Norwegian para liderar los viajes transatlánticos a bajo coste, por lo que seguirá apostando por convertir Level en una marca de referencia. "Tenemos planes de crecimiento para Level y estamos viendo oportunidades para abrir más destinos desde Barcelona, aunque todavía no hay nada concreto", explicó Walsh en un conference con la prensa española. Por su parte, desde la aerolínea noruega también confirman que no ha habido novedades en el proceso desde que comunicaron que habían rechazado "dos ofertas" de IAG por "infravalorar" la compañía. Desde el holding aéreo aseguran por su parte que nunca han presentado una oferta oficial por la firma de bajo coste. Aún así, el consejero delegado de Norwegian, Bjorn Kjos, declaró el mes pasado en una entrevista al diario Nettavisen que si finalmente decide vender la aerolínea, de la que tiene el 26,8 por ciento junto al presidente Bjørn Kise, IAG tendría "prioridad sobre las demás" y sería "la mejor opción". Aunque la venta de Norwegian es algo hipotético todavía, lo cierto es que la firma atraviesa problemas financieros por su elevada deuda y compromisos de compra que le llevaron a poner en venta parte de la flota (hasta 140 aviones) y a frenar su crecimiento. Esta situación ha llevado a la firma a perder en bolsa el alza de más del 75 por ciento registrado tras hacerse público el interés de IAG. Una situación que se ha dado la vuelta en los dos últimos días con un crecimiento del 26 por ciento tras la presentación de unos buenos resultados y la inminente firma de una alianza con un socio inversor para crear una sociedad que se hará cargo de su flota. El acuerdo incluye una inyección de 960 millones de dólares para ayudar a la noruega a pagar los aviones a Airbus y Boeing. Un acuerdo que, según Walsh, "no supone ninguna sorpresa". Fortaleza en los resultados La que sí ha sorprendido al mercado ha sido IAG con sus resultados. La propietaria de British Airways, Iberia, Aer Lingus y Vueling ha mostrado una gran fortaleza en el trimestre y prevé cerrar el año al alza pese al entorno de precios altos del combustible y fortaleza del dólar en el que se mueve el sector y que ha llevado a la quiebra a varias aerolínea. Así, IAG descarta recortar sus previsiones de aumento de la capacidad por el crudo y prevé cerrar el año con un beneficio de las operaciones antes de extraordinarios de 3.150 millones, 200 millones más que en 2017. También espera que mejoren los ingresos y los costes. Los resultados del año seguirán así la estela positiva marcada por las cifras de los nueve primeros meses, en los que el holding ha ingresado 18.346 millones de euros, un 5,1 por ciento más. Tras esta mejora se encuentra el incremento del 7,7 por ciento de los pasajeros transportados y de la ocupación que han compensado el descenso de los ingresos unitarios. Los gastos han subido el 4,8 por ciento ya que la política de austeridad ha permitido contener el alza del 13,5 por ciento del coste del combustible. Así, el beneficio de las operaciones ha mejorado el 7,3 por ciento, hasta los 2.575 millones, y el beneficio neto ha sido de 1.970 millones, un 9,1 por ciento más. Este año los resultados de IAG están edulcorados con partidas excepcionales por un cambio en la política de los planes de pensiones de British Airways, por lo que si se incorpora esa partida excepcional de 594 millones, los gastos operativos caen el 0,9 por ciento llevando a la firma a ganar 2.514 millones hasta septiembre, un 57,4 por ciento más. "Se trata de unos resultados sólidos, a pesar del significativo impacto negativo derivado del coste del combustible y de los tipos de cambio", aseguró Walsh. IAG ha sacado músculo en un momento en el que sus planes de crecimiento de capacidad van a caer levemente desde el 6,7 por ciento al 6,2 por ciento anual por los problemas con los motores Rolls Royce de los Boeing 737 de BA.