¿Se pueden reescribir las reglas cuando no están escritas? Telefónica sabe la respuesta de antemano al decidir cambiar el rumbo de Wayra. A partir de ahora, su aceleradora de jóvenes negocios afinará la puntería para hacer blanco en actividades íntimamente relacionadas con su negocio. Es decir, ya no apoyará cualquier iniciativa singular, curiosa o rompedora, sino que procurará que sus futuros clientes orbiten en torno al Big Data, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, ciberseguridad y las 'fintech', entre otras. En cualquiera de esos territorios, Telefónica demandará productos y servicios innovadores. Disfrutar del acceso preferente a una buena sólida de proveedores es un argumento lo suficientemente poderoso como para dar por bien invertido cada euro que se destine. Pero además de esta visión práctica, Telefónica también se inclinará por startups que tengan cierto grado de madurez y consistencia. Según explicaron ayer los responsables de la iniciativa, se buscarán iniciativas con un plan de negocio claro, requisito perfectamente compatible con la ilusión y el empuje innatos en este tipo de empresas. Se trata de que el 'hub' de Innovación Abierta más global, conectado y tecnológico del mundo" crezca con Telefónica y hagan crecer al grupo. Así lo explicó ayer Gonzalo Martín Villa, padre de la criatura Wayra desde hace siete años, que guiará lo pasos de la sociedad desde su puesto de director global de Innovación de Telefónica. A su derecha se situará el emprendedor 'Made in Wayra' Miguel Arias, también Director Global de Entrepreneurship. Este directivo ha sido cocinero antes que fraile, ya que conoce por su experiencia en Wayra que lo que buscan "las mejores compañías en una corporación no solo es inversión, sino que prefieren acceder al negocio conjunto y escala de un gigante con más de 350 millones de clientes en una veintena de países. Pero el principal defensor de Wayra es el propio presidente del grupo. No hay discurso, presentación o conferencia de José María Álvarez-Pallete en la que falte Wayra. La aceleradora siempre dispone de su cuota de presencia, a modo de estandarte de una compañía comprometida con la innovación y el emprendimiento. Además de buenas palabras, Wayra (que significa viento en quechua) ha contado con 160 millones de euros en fondos, lo que ha permitido extender sus redes en 16 países en dos continentes. Según los datos actualizados ayer, Telefónica ha contactado desde 2011 con un millar de jóvenes empresas y en 800 ha invertido parte de sus recursos. De todas ellas, la mitad siguen actualmente en activa y un centenar operan en asuntos susceptible de interesar a Telefónica. Además, más de una veintena han alcanzado un valor por encima de los 50 millones de dólares. Según se comprometieron los responsables de Wayra, el objetivo de la 'teleco' consiste en duplicar sus magnitudes. Según Arias, el empeño consiste en "apoyar un cambio cultural en la compañía que alcance a toda la organización y nos lleve a procesos más ágiles y digitales, con el objetivo de tener, en 2020, más de 200 startups trabajando a escala con Telefónica, ayudándola a crecer significativamente en ingresos, y a ser más eficiente y más sostenible". Bajo el mismo paraguas innovador, Telefónica también compartió el nacimiento de 'IoT activation', un programa dirigido a startups que necesitan impulsar el desarrollo de soluciones del Internet de las Cosas (IoT). Esta iniciativa, liderada por Vicente Muñoz, Chief IoT Officer de Telefónica, facilitará a los creadores, desarrolladores y emprendedores "servicios y herramientas exclusivas para que puedan probar de manera gratuita nuevas soluciones del Internet de las Cosas para disminuir el tiempo de lanzamiento al mercado", según Muñoz.