El departamento de Reyes Maroto espera cerrarlo en los próximos díasTarde de confusión la vivida ayer en el Ministerio de Industria. El departamento que dirige Reyes Maroto convocaba a los medios de comunicación a las seis de la tarde para presentar el "acuerdo" alcanzado con la multinacional Vestas sobre el cierre de la planta de Villadangos del Páramo. Sin embargo, tres horas después de la cita, los negociadores seguían reunidos y en el Ministerio se daba por roto un acuerdo cerrado horas antes. La mediación, liderada por el secretario general de Industria, Raúl Blanco, y el secretario de la Pyme, Galo Gutiérrez, se prolongó durante varias horas y sobre las nueve de la noche el secretario general de Industria anunciaba un "preacuerdo que se materializará durante los próximos días". Al cierre de esta edición se desconocían los terminos de ese preacuerdo que, en principio, iba más allá de las recolocaciones ofrecidas por la compañía para amortiguar un cierre que se ha recibido como un "auténtico mazazo" en la provincia leonesa. En la reunión se encontraban representados, además del Gobierno, empresa y sindicatos, la Junta de Castilla y León por medio del viceconsejero de Economía, Carlos Martín Tobalina, y la Fundación Anclaje, al parecer interesada en la viabilidad que puede tener el proyecto. La presencia de representantes de la Fundación Anclaje, integrada por el Gobierno autonómico y los agentes sociales de Castilla y León, hacía presumir un acuerdo para la venta de la planta a otra compañía, una de las principales bazas del Gobierno regional para mantener la actividad de las instalaciones. La noticia del cierre de la planta de la multinacional danesa anunciada hace unas semanas causó un verdadero terremoto en Castilla y León. La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, emprendió una auténtica batalla contra la decisión de la compañía eólica, que se había embolsado casi 15 millones de subvenciones públicas. Por parte del Gobierno, tanto el departamento de Industria como el de Transición Energética han mantenido conversaciones con la compañía para evitar un cierre que parecía inevitable y sobre el que la convocatoria del Ministerio de Reyes Maroto parecía arrojar un rayo de esperanza. El planteamiento de la compañía ha sido en todo momento el de recolocar a los trabajadores en otras plantas españolas o extranjeras, una opción rechazada por el Comité de Empresa. Precisamente, Vestas anunció hace unos días un ERE temporal en su planta de Daimiel.