Borrell negocia con Arabia Saudí y admite que se dan intereses contrapuestosEl Gobierno de Pedro Sánchez considera que para garantizar el contrato de Navantia con Arabia Saudí la prudencia y las conversaciones diplomáticas, sin levantar ruido, son la mejor estrategia. Sin embargo, desde Andalucía la situación se ve bien distinta. Los sindicatos del astillero admitieron ayer que la Junta de Andalucía les había incitado a agitar la situación para poder resolver el problema. "Hemos hablado con el Gobierno andaluz y nos han dicho que mantengamos la presión, que ellos se encargarán de hacerla llegar a Madrid", aseguró, sin rodeos, el portavoz del comité de empresa de Navantia, Jesús Peralta. De todas formas, las declaraciones oficiales de la presidenta andaluza, Susana Díaz, fueron ayer mucho más sosegadas. "Confío en la palabra del presidente del Go-bierno, que ha garantizado la continuidad del contrato", afirmó. Viaje de los directivos Mientras, los trabajadores -que ayer volvieron a cortar la autovía en San Fernando- esperan noticias de la comitiva de directivos de Navantia que el pasado domingo emprendió viaje hacia Arabia Saudí para intentar solventar la crisis. Aunque las fuentes oficiales de la empresa de la Sepi aseguran que se trata de un viaje ya previsto, los sindicatos confirmaron que el resultado de la negociación estos días entre estos directivos y los responsables saudíes es lo único que de verdad les hará cesar en sus protestas. En esta vorágine, Navantia convocó una reunión con los agentes sociales para el próximo miércoles 19 de septiembre con el objetivo de reanudar las negociaciones de su Plan Estratégico 2018-2022. La últimas reuniones entre la empresa y sindicatos tuvieron lugar antes del verano, cuando el contrato para la fabricación de las cinco corbetas se acababa de firmar y suponía un balón de oxígeno para el saneamiento de la em-presa pública naval, al suponer unos ingresos de casi 2.000 millones de euros y 6.000 empleados anules hasta el próximo año 2022. Negociación de Borrell En la situación de Navantia apareció ayer por primera vez de forma oficial el ministro de Asuntos Exteriores. Josep Borrell confirmó que el Gobierno mantiene contactos diplomáticos para llegar a una solución con Arabia Saudí y apeló a la discreción para evitar dar más detalles. "Los diplomáticos trabajan con una cierta discreción y sigilo, estamos en ello, pero por el momento no les puedo anunciar cuál es el resultado", dijo a la prensa en Estrasburgo "Se me está poniendo una oreja en forma de península arábiga a base de tener que ocuparme continuamente de un problema que ciertamente es importante", bromeó el jefe de la diplomacia española, que confirmó después que los intereses en juego son "contradictorios", en referencia a la venta de armas ahora suspendida.