Sanidad elevará desvíos a centros privados para reducir listas de esperaEl presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se comprometió ayer, en el Debate de Política General autonómico, a cerrar, antes de acabar la presente legislatura, la reversión del Departamento de Salud de la Marina, operado en concesión, a gestión pública directa, al tiempo que anunció una batería de medidas para reducir las listas de espera que pasan por incrementar las tasas de derivación de pacientes a centros privados. El fin del modelo concesional en sanidad fue uno de los ejes de la política de la hasta ahora ministra de Sanidad, Carmen Montón, durante su etapa como consellera del Gobierno de Puig. El pasado 1 de abril, la Generalitat asumió la gestión del Hospital de Alzira, gestionado por Ribera Salud, y hace más de dos años inició la negociación con DKV, acionista mayoritario de la empresa concesionaria, Marina Salud -con el 65 por ciento del capital; el otro 35 por ciento es propiedad de Ribera Salud-. Las dificultades para abordar esta operación -dada la compleja situación financiera valenciana- y el rechazo de Ribera Salud -que ha asegurado que ejercerá su derecho de tanteo- han ido alargando esta operación. Puig afirmó que el proceso de reversión de la concesión -vigente hasta 2023- se abordará "con todas las garantías jurídicas, con diálogo y cooperación de la empresa concesionaria y siempre teniendo presente el interés del paciente y de los profesionales". En cuanto al plan para reducir las listas de espera, la Generalitat contempla un "plan de autoconcierto", por el que pagará más a los profesionales que "más aportan" para reducir las listas y "reequilibrar los departamentos" y dará "mayor capacidad al paciente para elegir entre un mayor abanico de hospitales públicos y concertados para operarse". El presidente ha destacado que el plan de dignificación de infraestructuras sanitarias cuenta con una inversión de 359 millones de euros.