Madrid. El carrete se muere; hoy, todo el mundo tiene una cámara digital. Las analógicas gustan menos que antes y revelar fotos digitales es más barato. Microsoft lo sabe y por eso está buscando tiendas con las que asociarse para que los usuarios de su nuevo sistema operativo, Windows Vista, puedan encargar desde su ordenador la impresión de sus imágenes digitales. La empresa de Bill Gates se ha adelantado a las demás intuyendo una nueva vía de negocio.Entre las candidatas a firmar un acuerdo con Microsoft podrían estar grandes cadenas de distribución y centros comerciales, que enviarían a casa del cliente sus fotos una vez reveladas. Un servicio que nos evitaría ir a la tienda con nuestras fotos grabadas en un disco, en la tarjeta de la cámara o en un puerto USB, como hacemos hoy. Desde Microsoft no aclaran cuánto podría costar esto a los clientes ni si saldrá más caro que acudir personalmente a la tienda de fotos al tratarse de una especie de extra. Lo que sí está claro es que es mucho más cómodo hacer el pedido desde casa y esperar a que nos envíen el resultado. Si se cierran los pactos que la compañía quiere establecer, el servicio podrá utilizarse a partir de la salida de Windows Vista en su versión para consumidores, el próximo mes de enero.El fin del carreteLas cifras indican que la fotografía digital habrá sustituido completamente a la analógica en 2011. Las grandes del sector lo tienen claro y ya han dado un giro. En enero de este año, Nikon dejaba de fabricar cámaras tradicionales. Una decisión lógica, ya que las digitales llevaban desde 1999 acaparando el 95 por ciento de sus ventas. Kodak había hecho lo mismo en 2004. 2003 fue el del cambio en España, cuando se produjo el gran bajón en el revelado de carretes. Aquel año, en este país se vendieron 1,1 millones de cámaras digitales, un 259 por ciento más que en 2002 (300.000 unidades), según Efe. Las ventas de analógicas cayeron un 19,9 por ciento, hasta las 800.000 unidades: un 20 por ciento menos que el millón de unidades de 2002. Los españoles nos lanzamos a hacer fotos. A diferencia de lo que ocurría con el carrete, sacarlas no nos costaba nada. Es curioso que, pese a que el revelado de estas fotos es más barato que el tradicional, al final revelamos muchas más y gastamos más dinero, según explican desde varias tiendas especializadas.Hoy en día, de cada 10 clientes que van a una tienda a revelar sus fotos en España, ocho llevan fotos digitales. Las nuevas cámaras son más cómodas y una de sus principales ventajas es que permiten ver las imágenes en el ordenador antes de llevarlas a la tienda y, de este modo, elegir las que se quiere revelar. Sin embargo, desde el sector afirman que el usuario no aprovecha esa posibilidad y no selecciona las imágenes buenas, sino que las revela todas. Por dejadez, probablemente. Somos cada vez más cómodos. Y ésa es una de las razones por las que el servicio de impresión online tiene un interesante potencial de desarrollo, siempre que el servicio no resulte muy caro. Hemos elegido las máquinas digitales por comodidad, pero hemos renunciado a la calidad. Pese a que cada vez son mejores, las fotos digitales no son aún tan buenas.