Alfonso Ganzábal es el director general de Sisteplant. Licenciado en Física Electrónica y Automática y MSC en Robótica y Automatización por la Universidad del País Vasco, así como MBA por la Universidad de Deusto, ha desarrollado gran parte de su trayectoria profesional en esta compañía. Antes de ocupar la dirección general, fue el gerente del área Lean Management y lideró el departamento de Innovación y Desarrollo de negocio. Más recientemente, ha sido el impulsor de la evolución de la oferta de soluciones de la compañía hacia el paradigma 4.0 con el desarrollo de la plataforma Manufacturing Intelligence 4.0. Con él hablamos de la situación de la industria, en la que ya aprecia un "cambio de mentalidad". ¿Cuál es su diagnóstico sobre el momento de la industria en España? Nos encontramos en un momento crucial. El sector se está recuperando poco a poco y vamos viendo cómo el IPI va creciendo y cómo va ganando peso dentro del PIB, aunque hay muchas diferencias regionales, y la media del 14 por ciento dista mucho de alcanzar el 20 por ciento recomendado por la Unión Europea. ¿Cuáles son los principales desafíos? Los hábitos de consumo han cambiado y la industria tiene que dar respuesta a una demanda personalizada, que busca la inmediatez, con unos ciclos de go-to-market más estrechos y ciclos de vida de producto muy reducidos, márgenes ajustados y necesidad de reforzar la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. Una compleja ecuación que la transformación hacia la Industria 4.0 nos ayudará a resolver, acercándonos a modelos muy distintos. ¿Qué papel asume Sisteplant en ese proceso de transformación? Sisteplant lleva más de 30 años contribuyendo al desarrollo industrial, ayudando a las empresas a ser más competitivas mediante la transformación de los procesos, la organización, la tecnología y las personas. Para ello ha desarrollado una cartera de productos y servicios fruto de una fuerte inversión en I+D+i, a la que destina el 20 por ciento de su facturación. ¿Cuál es la principal diferencia entre una empresa que se toma en serio la digitalización y otra que no? ¿Puede apreciarse incluso desde fuera? Me atrevería a decir que la digitalización se ha puesto tan de moda, que hay empresas que realizan acciones aisladas sin un objetivo claro, y otras que se exceden en su aplicación sin darse cuenta de que es un vehículo para lograr un objetivo y no un fin en sí misma. Hay que aplicarla con sentido común, poniendo al cliente en el centro, definiendo qué objetivo queremos conseguir, dónde estamos y hacia dónde queremos dirigirnos, y diseñando una estrategia adecuada para conseguirlo. ¿Nota un cambio de mentalidad real? Obviamente se ha producido un cambio de mentalidad y las empresas españolas están avanzando mucho. Es más, creo que muchas veces tenemos una idea equivocada de nuestra propia industria. Tendemos a pensar que estamos menos avanzados que otros países y nosotros, que estamos presentes en muchos, nos sorprendemos a menudo cuando vamos a ver a clientes en el extranjero y nos damos cuenta de que muchas empresas españolas no tienen nada que envidiar a las de otros países que creemos más avanzados. Por último, ¿qué consejos daría a una empresa que aún se está pensando esto de la digitalización? Que lo hagan con sentido común y cuenten con que la transformación, para tener éxito, debe basarse en tres pilares: tecnología, digitalización y personas.