Álvarez dice que el banco no gana dinero en España, pero paga 1.130 millonesEl Santander acudió ayer al Congreso cargado de argumentos en su lucha contra el planteamiento del Gobierno de imponer impuestos a la banca para poder costear el gasto social. El consejero delegado del grupo cántabro, José Antonio Álvarez, que compareció en la comisión de la crisis financiera, consideró "que hay que dejar de estigmatizar" al sector y que "apoyar a la banca es apoyar a la economía del país", porque es vital para el impulso de la riqueza a través de la concesión de crédito, tal y como ocurrió en los 25 años anteriores a 2008, cuando se inició la recesión. Por este motivo es clave, dijo, que las entidades tengan una rentabilidad "razonable", algo que en estos momentos no se produce. Álvarez, que en julio lanzó la amenaza de trasladar las sedes del banco al extranjero si el Ejecutivo finalmente castiga al sector, indicó que la rentabilidad de la industria en los últimos años ha sido del 4 por ciento, frente a un 17 por ciento de la media del resto de empresas cotizadas. Y añadió que en el caso del Santander, en los pasados ejercicios en nuestro país su negocio ha generado pérdidas. Pese a ello, el consejero delegado subrayó no sólo que en 2017 su banco pagó en impuestos 1.130 millones de euros de manera directa e indirecta, sino que continúa además aportando fondos para sanear las cajas que tuvieron que ser rescatadas con aportación del fondo de garantía. En este sentido, explicó que el Santander, desde el estallido de la crisis, ha contribuido al saneamiento de las entidades más débiles con más de 6.000 millones, además de haber evitado miles de millones al Estado, al haber comprado el Popular. Álvarez, acto seguido, informó de que la entidad que dirige cuenta con la tasa fiscal más elevada de Europa, del 36 por ciento frente al 25 por ciento de sus competidores europeos, por lo que un aumento de los tributos en nuestro país le haría perder competitividad. En cuanto al conjunto del sector, indicó que ya afronta un impuesto de Sociedades del 25 por ciento, cinco puntos mayor al de cualquier otro tipo de empresa, por lo que consideró que hay que poner en marcha un "debate racional" y "responsable" sobre la tributación. En este sentido, destacó que generar incertidumbre con estas cuestiones para las empresas españolas no generan confianza en los mercados y ayudan a ahuyentar la inversión. El número dos del grupo cántabro hizo hincapié en que es clave, porque financia a las empresas, a las familias y a las administraciones públicas y ayuda al Estado a incrementar sus ingresos, siempre y cuando sea rentable y esté bien capitalizada. Con la amenaza de traslado de sede en el ambiente, Álvarez explicó a los parlamentarios que el Santander tiene compromiso con España y que tiene unos 2.000 trabajadores de alta cualificación en su centro corporativo y otros 5.000 em- pleados más que dan soporte filiales extranjeras del grupo. Las advertencias del consejero delegado del banco sobre las consecuencias para la economía de la creación de nuevos impuestos para el sector han sido también una constante en el Congreso en los últimos días por parte de sus homólogos.