Suben los ingresos y se reducen los gastos y la provisión para deuda, pero aún no es bastantemadrid. La operadora de telefonía móvil brasileña Vivo, participada a partes iguales por la española Telefónica y la lusa Portugal Telecom, sigue engordando los números rojos que aparecerán en la última línea de su cuenta de resultados a finales de este año. Ayer se conoció que, en el tercer trimestre, perdió otros 196,9 millones de reales (72,8 millones de euros). De enero a septiembre, Vivo acumula una pérdida de 869,3 millones de reales (321,5 millones de euros), el 162,9 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.¿Qué está ocurriendo en Brasil? En el pasado, los rumores apuntan a ciertos problemas de entendimiento con los socios portugueses. Pero en las cifras presentes lo que se refleja son muchas cosas y, teóricamente, buena parte de ellas encaminadas a limpiar el negocio de la compañía para volver a la senda de ganancia completamente saneada. Eso vale dinero. De lo más simple a lo más complejo, las cuentas de Vivo muestran un crecimiento en ingresos (del 13 por ciento) y un descenso de los gastos operativos (del 8 por ciento), si se compara el tercer trimestre de este año con el mismo periodo del anterior. Las provisiones para deudas morosas restadas de los ingresos en este trimestre se reducen a menos de la mitad, si se compara con lo que supusieron en el segundo trimestre de este año, quedando en 147,8 millones de reales.Vivo se mantiene estable en clientes respecto al segundo trimestre del año, una vez eliminados de su base de usuarios lo clientes morosos, acción que tuvo lugar fundamentalmente en el periodo anterior. Y aunque sufre las consecuencias de un mercado que basa la competencia en una brutal subvención de terminales, su carácter multinacional de compras centralizadas y la apreciación del real (que hace más baratos los dispositivos en el país) ayudan a Vivo. Las cifras muestran que aumenta el ingreso medio por cliente, gracias a la eliminación de morosos y al fin de una fórmula de cobro por llamadas entrantes que había en Brasil. Se han exteriorizado las tiendas y reducido los empleos. El efecto se verá mejor en 2007.