La cadena de supermercados Dia volvió a acusar ayer la crisis argentina ante el desplome del peso. La cotización de la compañía se hundió un 4,8 por ciento, hasta 2,04 euros por acción, con lo que acumula una caída en solo dos jornadas del 7,5 por ciento. Este desplome implica que Dia se ha comido ya toda la subida acumulada desde que el viernes de la semana pasada su primer accionista, el magnate ruso Mijaíl Fridman, forzara la salida de Ricardo Currás como consejero delegado y su relevo por Antonio Coto. Las ventas de Dia en Argentina cayeron un 19,7 por ciento en el primer semestre del ejercicio, hasta 563,2 millones de euros. A pesar de ello, y pese a los problemas que ha tenido también en los últimos años con los franquiciados del país, la empresa mantiene un ambicioso plan de expansión y en los seis primeros meses del año ha abierto así un total de 67 establecimientos, sumando actualmente una red de 952 locales. La caída en bolsa se produce, además, a la par que Letterone, la sociedad de Fridman, prepara una opa.