La divisa cayó ayer más de un 3% y suma en la semana una depreciación del 7% frente al dólarLa agencia recorta, entre a otros, la nota a la filial de BBVA, pero mantiene el 'rating' del grupoLos expertos ya vaticinaban que después de la calma tras la tormenta de mediados de agosto volverían los nubarrones a Turquía. La lira se ha desplomado otra vez en los últimos tres días, en parte como consecuencia de la rebaja de la nota crediticia a toda la banca del país por la situación financiera y política por la que atraviesa el país euroasiático. La moneda llegó a perder en el día de ayer un 3,3 por ciento al cambiarse a 6,48 unidades por dólar. Esta semana la divisa turca se ha depreciado un 7 por ciento. Con este descenso se acerca a los mínimos de principios de mes, cuando alcanzó las 7,23 liras por dólar. Moody's ha seguido los pasos de S&P y ha disminuido el rating de 14 bancos -entre ellos Garanti, filial de BBVA- seis instituciones financieras y otra decena de empresas. La agencia de calificación sostiene que ha habido un "aumento sustancial del riesgo" que podría derivar en una reducción de la financiación mayorista. Llamamiento a la calma Tal es la tensión que el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, tuvo que hablar públicamente para intentar calmar a los mercados. En su alocución destacó que la economía turca es "fuerte", a pesar de las debilidades que padece. Por eso, ratificó la intención del Gobierno de acometer "las reformas estructurales requeridas". Los expertos y los inversores están reclamando a Turquía que pida ayuda al FMI para enmendar el deterioro de su economía y frenar el desplome de su moneda, máxime en un momento en que el país mantiene una lucha comercial y diplomática con Estados Unidos que está dañando aún más su situación. Hay incluso analistas que no descartan que el Ejecutivo de Erdogan vaya a tener, finalmente, que aplicar un corralito para detener la huida de dólares. También requieren una nueva subida de los tipos de interés oficiales, una medida que no está dispuesto a aceptar el Gobierno. Moody's, en este contexto, considera que los bancos turcos son altamente dependientes de la financiación en moneda extranjera, con alrededor de 186.000 millones de dólares (159.372 millones de euros) en fondos denominados en divisas el pasado mes de junio, equivalente al 75 por ciento de sus fondos mayoristas, haciendo al sistema particularmente sensible a potenciales cambios en el ánimo de los inversores. En este sentido, apunta que a lo largo de los próximos doce meses las entidades tendrán que refinanciar alrededor del 41 por ciento de estos fondos, advirtiendo de que en un escenario a la baja existe el riesgo de un cierre prolongado de los mercados mayoristas que llevaría a la mayor parte de entidades a desapalancarse de forma material o a buscar apoyo financiero externo del Gobierno o del banco central. Impacto "limitado" Pese a estos temores y al importante peso de Garanti en BBVA, Moody's ha mantenido tanto el rating como la perspectiva del grupo que preside Francisco González. La agencia expone que el banco español está diversificado. "Cualquier evolución negativa esperada en la subsidiaria del banco en Turquía será ampliamente compensada por la fortaleza en la evolución de otras unidades del banco, en particular de su negocio doméstico", explica. Por ello, espera que el impacto de la situación del país otomano sea "limitado" para el grupo que preside Francisco González. Garanti aporta el 12 por ciento de los beneficios y el 18 por ciento de los ingresos de BBVA. El banco español controla la entidad turca con casi un 50 por ciento del capital.