Con el 45% de sus ventas en EEUU, el fabricante de tubos aplicará medidas de flexibilidad para compensar el impacto Tubos Reunidos, fabricante vasco de tubos de acero sin soldadura, celebró ayer en Bilbao su Junta General de Accionistas, marcada por las dificultades de rentabilidad que atraviesa, la conflictividad laboral en su planta de Productos Tubulares y el futuro incierto ante el arancel del 25 por ciento sobre el acero impuesto en Estados Unidos, mercado en el que concentra el 45 por ciento de sus ventas. El presidente de Tubos Reunidos, Guillermo Ulacia, mostró su preocupación por esta situación. "Nos hemos preparado para ser fabricante de referencia y nos han roto las reglas de la globalización y la competencia con el artículo 232", afirmó. El impacto inmediato para el grupo es el pago desde el 1 de junio del arancel del 25 por ciento sobre las ventas y, posteriormente, surgirá una guerra de precios a la baja entre la competencia. Plan de actuación Como primera medida, Tubos Reunidos ha solicitado a sus clientes en Estados Unidos que asuman las subidas, respuesta que llegará en octubre. "Si no aceptan, tendremos que evaluar qué volumen nos pone en riesgo y cuánto de ese margen que asumimos artificialmente vamos a ser capaz de compensar", explicó el presidente del grupo. "Si alguien piensa que se va a retirar el arancel rápidamente, se equivoca", aseguró. Por esta razón, Guillermo Ulacia pidió el compromiso del grupo. "Si aceleramos las medidas de flexibilidad, es decir, fabricar contra pedido, seremos capaces de compensar la reducción de márgenes a nivel mundial; si no pondremos en riesgo la viabilidad de la compañía", sentenció. Tubos Reunidos cerró 2017 con 312 millones de negocio y 22 millones negativos de resultado. El primer trimestre de 2018 cambió la tendencia, gracias a la aplicación del plan Transforma. Con un empleo directo de 1.323 personas en España y 90 en Estados Unidos, la contribución del grupo a la economía vasca fue de 40 millones vía impuestos, más 162 millones de indirectos.