Los problemas de producción en la fábrica de Bayer en Leverkusen que ha provocado la falta de desabastecimiento en España de Adiro parten de una inspección en la planta alemana realizada en 2017 por las autoridades sanitarias de EEUU en la que se encontraron deficiencias en los procesos de fabricación. En concreto, la FDA (la agencia regulatoria del medicamento en EEUU) examinó a fondo la fábrica entre el 17 y el 20 de enero del pasado año, ya que varios de los fármacos que se producen en ella se exportan luego a este país. Tras finalizar esta inspección, la FDA envió una carta el 14 de noviembre al consejero delegado de Bayer, Werner Baumann, en el que le informaba de las deficiencias encontradas y le instaba a subsanarlas para poder seguir exportando a los EEUU. Entre estas deficiencias, los técnicos de la FDA destacaron que la compañía "no estableció ni siguió procedimientos escritos adecuados para la limpieza y el mantenimiento del equipo". Por este motivo, las autoridades sanitarias de EEUU pidieron a Bayer un exhaustivo "plan integral para evaluar los procedimientos, prácticas y validaciones de limpieza". Tras recibir estas advertencias de la FDA, el laboratorio alemán informó que los cambios que debía llevar a cabo afectarían durante 2018 tanto a las actividades de producción como a las propias ventas.