Moncloa intentará aprobar el tributo a la banca y la 'tasa Google', y planea endurecer SociedadesDevolver la primacía a los convenios sobre la empresa, clave de la agenda social socialistaLas subidas de impuestos y los cambios en reformas como la laboral que planea el Gobierno de Pedro Sánchez pueden causar serios perjuicios a la actividad económica y, en último término, al PIB. El nuevo gabinete ya ha hecho saber que impondrá tasas a la banca y a las tecnológicas para lograr nuevos ingresos, y pese a que guarda silencio sobre futuros movimientos, es claro que podría dar el paso de endurecer el Impuesto sobre Sociedades a las grandes empresas y subir el IRPF a las rentas más altas. Así lo especificaba en su programa electoral y en su Presupuesto alternativo, elaborado cuando aún era oposición. Además, un cambio en el marco de la reforma laboral que reste poder a la empresa en plena recuperación, puede lastrar la creación de empleo y causar un gran perjuicio en los márgenes. Respecto a los tributos, fuentes del Gobierno aclaran a este periódico que su intención es "completar la financiación de la Seguridad Social con impuestos especiales o generales, que se sumarían a las cotizaciones sociales". Es decir, que una parte de la recaudación -"que no implica subir impuestos", insisten desde el entorno de Magdalena Valerio- serviría para dotar de más recursos a la Seguridad Social. Está por concretar cómo se formularían esas "transferencias", aclaran, si bien ya ponen en solfa algunas medidas como la tarifa plana de 50 euros, clave para los autónomos; o algunas de las bonificaciones a la contratación que puso en marcha el anterior Ejecutivo. Los expertos fiscalistas consideran que la recaudación fiscal prevista para este año no sería suficiente para cubrir los aumentos de gasto en pensiones y en otras partidas sociales recogidas en los Presupuestos. Y remarcan que las dos vías son recortar otras partidas presupuestarias o generar nuevos ingresos tributarios, bien creando nuevas figuras impositivas, bien modificando algunos de los grandes impuestos para aumentar su capacidad Jesús Rodríguez, el responsable del bufete de J. Martín en Madrid, resalta que antes de crear nuevos tibutos es "más fácil asumir otras propuestas, como elevar algo los tipos en Renta o poner un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades. Estas cosas se podrían hacer hasta por decreto-ley para garantizar la estabilidad", dice el fiscalista, que matiza que "un impuesto nuevo, como la llamada tasa Google o los de la banca, deben ser por Ley. No digo que no lo hagan, pero necesitan más tiempo". No obstante, por Ley o por Decreto-Ley debe acudir al Parlamento y obtener la suficiente mayoría para sacarlo adelante, lo que dificultaría cualquier aprobación fiscal. Una de las propuestas que más ha cobrado cuerpo estos días es la pretensión, mostrada por Pedro Sánchez, de subir los impuestos que las grandes corporaciones pagan en Sociedades, cuyo tipo medio efectivo se calcula en un 9 por ciento, muy lejos del 33 por ciento al que tributan. Se plantean reducir los beneficios fiscales del Impuesto, que para este año están fijados en 3.453 millones de euros. Pero incluyen partidas como I+D+i (311 millones), comercio, turismo y pymes, (553 millones) o sevicios sociales y promoción social (553 millones). IRPF es otro de los impuestos sobre los que podría actuar el PSOE, que ha mostrado su disposición a subir los tipos a las rentas superiores a 150.000 euros y subir la tributación a las rentas de capital, actualmente entre el 19 y el 23 por ciento, hasta un 30 por ciento. En el caso de los Impuestos Especiales, la otra alternativa que podría barajar el PSOE -se muestra más reticente a subir el IVA, incluso plantea bajarlo a la industria del cine-, el margen se centra especialmente en el de Hidrocarburos y en Alcohol y Tabaco. Respecto al segundo, en su programa electoral plantea aumentarlo al menos al nivel de la inflación para ir confluyendo con los tipos europeos. En Hidrocarburos, la petición, incluso la exigencia, de Bruselas de subir el tratamiento que recibe el diésel, aunque también la gasolina, allana el camino a incrementar la recaudación. Sin embargo, tendría que enfrentarse a las presiones de colectivos ligados al transporte. La factura de las pensiones Para pagar la factura mensual de las pensiones, que roza ya los 9.000 millones de euros, los socialistas pretenden completar las cotizaciones a la Seguridad Social con el impuesto a la banca y la tasa a las transacciones financieras. Pero además, son partidarios de adoptar la tasa Google, planteada por el Gobierno del PP y con la que se recaudarían 600 millones este año y otros 1.500 millones en 2019, según estimaba el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero la titular de Trabajo fue más allá esta semana y habló de completar los ingresos "con imposición general". No añadió detalles ni concretó si afectaría al consumo (IVA), a las rentas del trabajo (IRPF) o a los beneficios empresariales (Sociedades). "Lo tendremos que ver, sentarnos y dialogar", se limitó a decir, si bien fuentes del Ministerio aseguraron a este periódico que esto "no implica subir impuestos" Todo ello se completaría, aseguró la ministra, con mejoras salariales que fortalezcan las cotizaciones sociales. En este sentido, desde el Gobierno animan a los agentes sociales a alcanzar un acuerdo, pero reconocen ante los sindicatos su incapacidad para derogar la reforma laboral ante su debilidad parlamentaria, con solo 84 diputados. Pero más allá de la compleja aritmética, el Gobierno descarta derogar la reforma laboral porque podría provocar una fuerte subida de los costes salariales e, incluso, un aluvión de despidos antes de la retirada de la norma. Por eso, se limitará a retocar la legislación en los aspectos que consideran más nocivos para los trabajadores y buscará acuerdos con los grupos parlamentarios para los temas prioritarios, entre ellos, la recuperación de la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa. Así, se evitan los descuelgues que muchas empresas utilizan para recortar los salarios de sus empleados y se presiona al alza sobre los sueldos. No obstante, no hay que olvidar que esto también puede provocar la quiebra de las compañías que no sean viables con el salario del convenio del sector.