La entidad reduce a unos 5 puntos básicos el efecto que tendrá en su capitalLa situación de incertidumbre de México, Turquía y Argentina está provocando un terremoto en el mercado de divisas. Las monedas de estos países se está devaluando desde principios de año, pero desde marzo su cotización se ha desplomado frente al euro. BBVA es una de las empresas españolas más expuesta a estas tres plazas, sobre todo, a las dos primeras, donde domina el sector financiero y donde ha llevado a cabo inversiones millonarias. Aún así, en el banco que preside Francisco González el impacto de la depreciación del peso y de la lira apenas tendrá un impacto en su capital debido a que cuenta con coberturas naturales y con pólizas de aseguramiento. Limita el golpe a 2 puntos básicos de solvencia de máxima calidad (CET1) por la caída de un 10 por ciento de cada moneda. Es decir, según la evolución de las divisas, la merma de su capital se traduce en 200 millones como mucho, teniendo también en cuenta el descenso del peso argentino y de distintas monedas latinoamericanas. Desde finales de marzo, la lira turca presenta un descenso de algo más del 9 por ciento frente al euro, mientras que el peso mexicano, en torno al 7 por ciento. En cuanto al argentino, la disminución de su valor alcanza el 13 por ciento. Cinco puntos El ajuste de su capital por estos efectos sobre el valor de las franquicias -Garanti, Bancomer y Francés, sobre todo- será, en conjunto, de 5 puntos básicos. Desde la entidad matizan, que este efecto se compensará previsiblemente, en parte con la subida del dólar frente al euro, que ha reducido su brecha un 4 por ciento en los últimos dos meses y medio. La entidad, a cierre de marzo, contaba con un ratio CET1 del 11,47 por ciento, teniendo en cuenta la desinversión en curso de su filial chilena y del traspaso de los activos inmobiliarios a Cerberus. La cifra se sitúa por encima del listón del 11 por ciento que BBVA ha fijado como objetivo. El impacto en capital por el desplome de las divisas en los países emergentes, que en su caso representan más del 60 por ciento de sus beneficios, no será el único, ya que las cuentas también se verán afectadas. Ya en el primer trimestre se reflejó un descenso de los ingresos y de las ganancias por los tipos de cambio. El banco está relativamente tranquilo sobre la situación política de México y Turquía, que celebra en los próximos dos meses elecciones presidenciales y que podrían suponer un cambio radical en el rumbo de ambos países. González siempre ha defendido la apuesta por estos dos mercados por su potencial de crecimiento y por las posibilidades de crecer vía canales digitales. En México posee la totalidad de Bancomer, donde en los últimos cinco años ha invertido 2.650 millones. Aporta el 35 por ciento de los beneficios del grupo. En Turquía, desde su desembarco en 2011, ha destinado 7.000 millones por el 50 por ciento de Garanti. En la actualidad, este porcentaje vale la mitad debido a la caída bursátil de la entidad en los últimos meses.