Después de perder en Brasil la lucha por Eletropaulo, Iberdrola intensifica su competencia con Enel en el mercado doméstico de la eléctrica italiana. El grupo español reafirmó ayer en Milán que lanzará en Italia "su campaña comercial más ambiciosa a nivel internacional", como explicó el country manager Lorenzo Costantini. Costantini reafirmó también el objetivo de conseguir un millón de clientes dentro de tres años, con una inversión de 500 millones de euros. Iberdrola, en un país en el que la factura de la luz todavía se conoce como "la factura de Enel", apuesta por la liberalización completa del mercado minorista italiano, prevista para julio de 2019. En el primer año de trabajo -Iberdrola firmó su primer contrato con un cliente empresarial italiano en abril de 2017- el grupo ha logrado convencer a 20.000 clientes. Con la liberalización del mercado italiano dos de cada tres familias y una de cada dos empresas tendrán que abandonar la tarifa regulada y la empresa quiere aprovechar su presencia global para crecer en un mercado que hoy en día tiene 437 operadores, muchos de ellos muy pequeños, proponiendo una oferta con un descuento del 25 por ciento sobre la tarifa regulada. "Nuestra apuesta es el crecimiento orgánico. No estamos interesados en comprar activos en Italia", añadió Costantini ilustrando una estrategia de comunicación que presentará el grupo al público transalpino como "una empresa verde, global y sólida desde el punto de vista financiero". En su presentación Costantini puso en relevancia que Iberdrola es un grupo "totalmente privado", indicando que en los últimos años (de 2005 a 2018) ha pasado de la séptima a la segunda plaza en la clasificación de las eléctricas por capitalización bursátil a nivel europeo, justo por detrás de Enel, controlada por el Estado italiano. En el mercado doméstico de su competidor, el desafío para Iberdrola es participar en la elaboración del marco normativo de libre mercado que todavía tiene que definirse. Preguntado por la carta enviada a los servicios de Competencia en Bruselas durante la lucha por Eletropaulo, en la que Iberdrola acusa formalmente de competencia desleal a Enel por no actuar bajo las reglas de mercado, Costantini contestó a elEconomista: "La carta a Bruselas pone en evidencia algunos puntos. Esperamos que se puedan resolver, porque facilitarían la competencia también en el mercado italiano".