El consejero delegado del banco defiende la "fuerza" de la entidad La agencia de calificación crediticia S&P rebajó ayer en un peldaño la nota de solvencia de Deutsche Bank, que pasa desde -A a BBB+ con perspectiva estable, ante los elevados riesgos de ejecución de la estrategia del banco alemán, que va a reducir su plantilla en más de 7.000 empleados este año. "La rebaja de nuestro rating emisor a largo plazo refleja que la nueva estrategia de Deutsche Bank prevé una reestructuración más profunda del modelo de negocio de lo que se esperaba anteriormente, con riesgos de ejecución asociados que no son despreciables", explica la calificadora de riesgos. En este sentido, S&P, a pesar de reconocer la lógica de la estrategia planteada por la entidad para restaurar la rentabilidad a medio y largo plazo, señala que el banco parece dirigirse a un periodo de rendimiento más bajo que sus competidores. Christian Sewing, consejero delegado de Deutsche Bank, aseguró ayer tras el anuncio de S&P que la fuerza financiera del grupo está fuera de toda duda y demostrará que el banco merece una mejor valoración en los mercados financieros. El banco cerró 2017 con unos números rojos de 497 millones, sumando tres años consecutivos de pérdidas.