El fondo está dispuesto a pagar 270 millones, 40 más que en marzoEl fondo de inversión estadounidense Carlyle ha aumentado su oferta por el grupo vitivinícola Codorníu, propiedad de la familia Raventós, para lograr el apoyo de la mayoría del accionariado a su propuesta de compra, si bien la firma catalana mantiene su intención de buscar un socio minoritario. La nueva oferta supone valorar la compañía en 270 millones de euros, unos 40 millones más que en el mes de marzo, cuando hizo pública su intención de hacerse con el control de la firma catalana, que está en manos de unos 200 accionistas miembros de la familia Raventós, según adelantó ayer La Vanguardia. Fuentes de la compañía consultadas por Efe han confirmado la recepción de esta nueva oferta, aunque han subrayado que la mayoría del accionariado sigue rechazando la propuesta y que, por tanto, la posición de la firma "sigue absolutamente igual" que hace un mes. Ante el interés inicial expresado por el fondo Carlyle de hacerse con una participación mayoritaria del grupo, la presidenta de Codorníu, Mar Raventós, y el director general, Javier Pagés, decidieron iniciar el proceso de búsqueda de un socio inversor minoritario que permitiera dar salida a los accionistas interesados en vender su participación y evitar así que el fondo norteamericano se hiciera con el control de la empresa. Los accionistas críticos representan aproximadamente un 30 por ciento del capital de la empresa. Sin embargo, se desconoce por ahora la existencia de ofertas alternativas. El grupo vinícola catalán está controlado por cinco ramas de la familia Raventós, la empresa familiar más antigua de España y que lleva muchas generaciones elaborando cava. Codorníu, con diez bodegas repartidas por España, Argentina y California y 3.000 hectáreas de viñedo propio, decidió a finales de 2017 trasladar su sede a Haro, en La Rioja, ante la situación política en Cataluña.