Alerta de "cierto ilusionismo" sobre un vehículo eléctrico con "grandes dudas"Antonio Brufau, presidente de Repsol, anunció ayer ante la Junta de Accionistas que la petrolera repartirá un dividendo por acción de un euro más pronto que tarde, recuperando con ello un compromiso que no pudo cumplir tras la adquisición de Talisman y los años de vacas flacas que le sucedieron. La Junta aprobó la entrega de una retribución al accionista de 0,9 euros por título con cargo al ejercicio 2017. Repsol repartió más de un euro por acción en varios ejercicios antes de 2011. Lugo hubo que esperar a junio de 2014, momento en que aprovechó los 3.600 millones con los que Argentina le indemnizó por la expropiación del yacimiento de Vaca Muerta para entregar un dividendo extraordinario de un euro por título. En esas fechas tenía el compromiso de recuperar el pago al accionista hasta el euro por acción, pero tuvo que abandonar la idea, al comprar Talisman en diciembre de ese mismo ejercicio e iniciar un fuerte proceso de ajuste: en 2015 -año en que perdió 1.400 millones- y 2016 entregó 0,75 y 0,76 euros por participación, respectivamente. Las cosas van mucho mejor -en 2017 ganó 2.121 millones-, está a punto de ingresar 3.800 millones por la venta del 20 por ciento en Gas Natural Fenosa y, aunque descarta otorgar un dividendo extraordinario con ese capital, quiere invertirlo "para tener ese euro, y más", según remachó Brufau, al anunciar a un accionista que "nuestro objetivo es volver al euro por acción, y espero que usted pueda tener noticias". Dividendo de 0,9 euros De momento, la Junta aprobó que este año el dividendo sea de 0,9 euros por acción, aplicando la fórmula del script dividend, junto con una reducción de capital para evitar la dilución del valor de los títulos. Ya se han desembolsado 0,4 euros y en los próximos meses se ejecutarán las operaciones que liberen los restantes 0,5 euros. Analizando la situación, Josu Jon Imaz, consejero delegado de la empresa, desgranó la buena marcha del Plan Estratégico: los indicadores clave de la petrolera, como el margen de refino o el break even -el umbral del precio del crudo a partir del cual consigue caja positiva-, son mejores que la media del sector, y "ya se ha completado la integración de Talisman", con unos ahorros por sinergias de 2.400 millones anuales, mayores que los 2.100 millones previstos originalmente. Imaz hizo hincapié en que "Repsol se ha transformado en estos años y es una empresa más fuerte, ágil y competitiva" y en que está lista para afrontar los retos de la transición energética. Transición energética Brufau dedicó la mayor parte de su intervención para analizar los retos de la transición energética y el mejor modo de alcanzar los objetivos climáticos. Apostó por la eficiencia, usando el coste del ahorro de la tonelada de CO2 como la principal referencia, y defendió la aplicación de medidas que no provoquen costes, sino "beneficios a las empresas y los ciudadanos". Se detuvo en analizar el vehículo eléctrico, alertando de "cierto ilusionismo" sobre sus posibilidades, puesto que tiene "grandes dudas" y no será rentable hasta 2025. Criticó con dureza el apoyo mediante subvenciones: "¿Por qué el ciudadano español o el ciudadano europeo tiene que pagar la investigación de las compañías alemanas?".