El régimen de Maduro interviene la entidad tras detener a once directivosLa situación de Banesco, la mayor entidad privada de Venezuela, se ha complicado en las últimas horas. El régimen de Nicolás Maduro ha intensificado su ataque contra el banco, propiedad de Juan Carlos Escotet, dueño del grupo gallego Abanca, con la intervención temporal, que supone el nombramiento de una nueva junta directiva por, al menos, los próximos tres meses. La ofensiva del Gobierno se ha producido cuando el empresario se encontraba en pleno viaje desde Portugal a Caracas con la intención de defender su negocio y ponerse al servicio de las autoridades para esclarecer las acusaciones vertidas sobre presuntas irreguladridades en el mercado de transacciones de dinero (contrabando de billetes en Colombia). La intervención temporal de Banesco es el epílogo a la detención de once de los máximos ejecutivos del banco un día antes, hecho que provocó la dimisión, también provisional, de Escotet como presidente no ejecutivo de Abanca. En principio, la situación de Banesco no afecta en nada a la entidad española, ya que son completamente independientes a pesar de que ambos forman parte del mismo grupo, que tiene sede social en Madrid. Desde hace meses la relaciones entre Escotet y el régimen de Maduro se han venido deteriorando, hasta el punto de que en alguna ocasión dirigentes políticos han amenazado con la expropiación a precio de saldo, unos 3,5 millones de dólares (3 millones de euros, aproximadamente). "Banesco pasará a formar parte de la banca pública", afirmó el número dos del régimen, Diosdado Cabello, a principios del pasado mes de enero. El fallecido presidente Hugo Chávez amplió el rol estatal en el sector bancario con la nacionalización de Banco de Venezuela -anteriormente el mayor grupo financiero del país-, que estaba en manos del Grupo Santander. Una viceministra, al frente De momento, el Gobierno bolivariano ha tomado las riendas con la designación de una nueva junta liderada por la viceministra de Finanzas, Yomana Koteich. Según el comunicado del régimen difundido en la madrugada de ayer, esta decisión se tomó con el único propósito de "combatir la legitimación de capitales y el financiamiento al terrorismo, así como garantizar la protección de los ahorristas, quienes han sido utilizados y perjudicados doblemente: inicialmente haciendo uso indebido de su dinero para la distorsión del mercado cambiario ilícito y especulativo y, posteriormente, arremetiendo contra la estabilidad financiera de la familia venezolana al contribuir con la distorsión del sistema económico y financiero nacional". Banesco es esencial para el desarrollo del sector financiero del país suramericano en un Estado donde el dinero escasea. Controla el 40 por ciento del segmento de medios de pago del país, una posición de dominio que podría estar detrás de las intenciones del Gobierno del país por quedarse con la entidad. Desde los grupos de la oposición, se ha criticado la medida de detención de los once banqueros de Banesco y la posterior intervención. Distintos diputados se han opuesto y han acusado al Ejecutivo de orquestar un "operación política" contra Escotet.