Bankia ha unificado los servicios de gestión de activos inmobiliarios en Haya Real Estate, propiedad del fondo Cerberus, tras haber roto los acuerdos que tenía BMN con Lindorff y Aktúa. La plataforma, que a partir de ahora se encargará de administrar viviendas, locales y suelo del grupo nacionalizado por un valor de 5.400 millones, ha pagado 110 millones, según fuentes del mercado para poder extender el contrato que ya tenía con Bankia. Esta transacción forma parte de la reordenación de alianzas que tenía BMN y que chocan con los socios que tiene el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri. Ya se han resuelto las relaciones con Aviva y espera romper relaciones con Caser este año para que Mapfre sea el único distribuidor de seguros. La entidad aseguró ayer que no hay prisa por resolver estos contratos, pero que se está trabajando en ello. La rescisión del acuerdo con Lindorff y Aktua supone que Bankia a partir de ahora gestionará el recobro de los préstamos, ya que esta labor no se ha incluido en el pacto con Haya. El grupo financiero cuenta con oficinas y personal especializado para la recuperación de préstamos insolventes. En los últimos años, el banco ha sido capaz de ir disminuyendo sustancialmente el volumen de morosos. Prevé que estos se reduzcan de los 10.000 millones a finales de 2018.