La junta de accionistas de Unicaja dio ayer luz verde a la fusión por absorción de EspañaDuero. El presidente de la entidad, Manuel Azuaga, abrió la puerta a la posibilidad de realizar ajustes de plantilla tras la integración de la entidad castellanoleonesa, en su respuesta a la pregunta planteada en la junta por los representantes de los trabajadores. No obstante, la entidad aún no ha tomado ninguna decisión al respecto, y en caso de que finalmente hubiera salidas, serían de forma voluntaria. "Nuestro compromiso es lograr el mayor acuerdo posible (con los sindicatos)", aseguró Azuaga. El presidente destacó que la fusión desembocará en sinergias añadidas por la integración de la plataforma como "la racionalización de costes y la optimización de recursos materiales y humanos". Por su parte, el consejero delegado de Unicaja, Enrique Sánchez del Villar, destacó que la entidad va a invertir "significativamente" en tecnología, no solo para mejorar la relación con el cliente, sino de "puertas para adentro". Aunque reconoció que el banco ya ha hecho avances en cajeros con la incorporación del contactless (sin contacto) para el acceso con tarjeta y en la aplicación bancaria, "no es suficiente". La junta ha aprobado el reparto de un dividendo de 0,021 euros por acción, con cargo a los resultados de 2017, lo que significa un 17 por ciento más respecto al año anterior. Así, el banco destinará el 25 por ciento del resultado neto a esta distribución. La entidad cerró el ejercicio pasado con unas ganancias de 138,4 millones de euros, un 2,5 por ciento más que en 2016. Finalmente, también ha aprobado varios cambios en el consejo de administración. Entre ellos, destacan la salida de María Luisa Lombardero, actual consejera delegada del Banco Ceiss, y la incorporación del expresidente de la CNMV, Ma- nuel Conthe, como consejero independiente.