El banco despide a un empleado por la causa del chino ICBC El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, negó ayer, en la presentación de los resultados del grupo correspondientes al primer trimestre de 2018, cualquier "participación" o "connivencia", ni de la organización ni de ninguno de sus actuales empleados, en los presuntos delitos de blanqueo de capitales cometidos por ciudadanos de nacionalidad china que investiga la Audiencia Nacional relacionado con el banco chino ICBC, causa en la que el banco ha sido incluido en calidad de "investigado". El ejecutivo defendió que el banco ha cumplido, en todo momento, la normativa vigente, en línea con su política de "tolerancia cero contra la corrupción y el blanqueo". Un compromiso "que emana del consejo de administración y de la alta dirección y está asumido por la totalidad de la plantilla", subrayó. No obstante, admitió que uno de sus empleados de oficina ha sido despedido como consecuencia de la investigación interna que el grupo llevó a cabo tras conocerse los he-chos, lo que calificó de "excepción". Frente a ello, negó cualquier tipo de implicación por parte de ningún otro trabajador ni directivo de la entidad. El magistrado considera que CaixaBank tenía "la responsabilidad" de vigilar las actividades de sus empleados implicados, así como implementar las medidas necesarias y adecuadas para prevenir operaciones de blanqueo y fraude. En esta línea, el consejero delegado del banco explicó que el Departamento de Prevención de Blanqueo cuenta con 225 profesionales dedicados a esta labor, que "además, es responsabilidad de toda la plantilla, que recibe formación de forma continuada sobre protocolos y medidas de actuación" en estos casos. Gortázar mostró "el máximo respeto del banco a las actuaciones y decisiones judiciales" y su total disposición a la "máxima colaboración". "Somos los primeros interesados en el esclarecimiento temprano de los hechos", afirmó.