En la era del aprendizaje automático, la conducción autónoma o la gig economy -la economía de los trabajos esporádicos-, parece claro que la innovación es un requisito insoslayable para la prosperidad de toda sociedad a medio y largo plazo. En España, los índices que miden convencionalmente este esfuerzo, son descorazonadores. El Informe Cotec 2017 -que analiza los datos de 2015- señala, por ejemplo, que el conjunto de la UE dedica hoy un 25 por ciento más de recursos a la I+D; en España, muy al contrario, la inversión ha retrocedido un 10 por ciento. El nivel de esfuerzo de las empresas españolas también es inferior -la mitad del promedio europeo-. Las pymes, meritoriamente, ejecutaron casi la mitad del gasto corporativo en I+D. Sin embargo, el talento español se abre paso en sectores bien diferentes y en competencia con iniciativas y proyectos de todo el mundo. Así quedó de manifiesto tras la undécima edición de los Quality Innovation Award (QIA) de 2017, cuyos ganadores se dieron a conocer el pasado febrero en un evento celebrado en Bilbao. Cinco empresas españolas se hicieron con un galardón, por el que tuvieron que competir con 431 proyectos de innovación provenientes de 12 países. Era la primera vez que España participaba en estos premios, que comenzaron, en 2007, como una competición nacional solo en Finlandia. De manera progresiva se fueron sumando Estonia, Suecia, Letonia, Hungría, República Checa, Kazajistán, Israel, Lituania, China, España y Rusia. La condición sine qua non para participar era el desarrollo de una quality innovation, es decir, una innovación que cumple cinco características: novedad, utilidad, aprendizaje, orientación al cliente y efectividad. De la aeronáutica a la clínica Axter Aerospace, radicada en Leganés, ha sido premiada en la categoría de micropymes y startups por su sistema de propulsión híbrido para la aviación ligera. Esta tecnología está diseñada para prevenir accidentes causados por el fallo del motor durante el vuelo. Es, además, el primero de su especie -data de 2013-. El sistema presenta notables ventajas. Por una parte, permite añadir hasta 40 caballos (CV) de potencia al motor, convirtiéndolo, además, en híbrido. En caso de un fallo en el motor de combustión, la avioneta puede volar durante 20 minutos solamente con el motor eléctrico, de manera que el piloto pueda aterrizar con seguridad o regresar al aeródromo en caso de que el problema ocurriera en el despegue. Y el motor eléctrico puede recargarse durante el vuelo. El sistema, llamado AX-40S, ya tiene certificación española, y está pendiente de recibir la europea. Otra de las premiadas en los QIA fue la sociedad española Gilead Sciences -parte de compañía biofarmacéutica Gilead, fundada en California-. La razón, su catálogo de medicamentos para tratar la hepatitis C crónica, que incluye: Harvoni, para los pacientes infectados por los genotipos 1, 4, 5 y 6; Sovaldi, para su uso en combinación con otros fármacos, y en los casos del genotipo 1 a 4; Epclusa, para los pacientes infectados por los genotipos 1 a 6, tanto si padecen cirrosis como si no, y Vosevi, para aquellos pacientes (genotipos 1 a 6) que previamente han sido tratados con un inhibidor de la proteína NS5A. En la categoría de sector público, el Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, recibió asimismo un Quality Innovation Award, por desarrollar apps clínicas que proporcionan al personal de enfermería la información necesaria para realizar los procedimientos asistenciales con seguridad y eficiencia, y lo ayudan a tomar decisiones. El proyecto comenzó a implantarse en mayo de 2016, en las unidades de hospitalización de los hospitales Galdakao-Usansolo, Universitario Cruces y Universitario Donostia. Desde mediados de 2017, su uso está generalizado a todos los centros de la red pública vasca. Pero, ¿en qué consisten estas aplicaciones? Las tabletas en las que funcionan están provistas de un escáner para leer el código de barras de cada paciente -éste lo lleva en una pulsera-. A partir de ahí, la aplicación hace una verificación automática -evitando errores de identificación- y el enfermero obtiene un acceso ágil a los datos clínicos del paciente. A su vez, la información que se recoge en tiempo real puede volcarse directamente en la historia clínica electrónica del enfermo -en lugar de tener que hacerse a posteriori en un ordenador-. El sistema es de gran utilidad en las extracciones de sangre: permite cruzar y verificar los datos del paciente, los de la petición y los de la muestra, asegurando que no hay errores en el proceso. Las aplicaciones muestran, además, su tratamiento actual y su historia farmacológica, e incorpora alertas y alergias, así como información por tramos horarios. Es una iniciativa pionera que ha comportado una inversión cercana a los 300.000 euros, y que, según el Departamento vasco de Salud, se ha adelantado a una iniciativa de parecida finalidad desarrollada por la prestigiosa Clínica Mayo de Minnesota. Smart Sensor Technology (SST) fue galardonada en el rubro de innovaciones responsables. La empresa cántabra está detrás de un novedoso sistema de detección inalámbrica de fugas de hidrocarburos. Dicho así puede parecer algo abstruso, pero baste decir que esta tecnología permite comprobar fácilmente si el agua (subterránea) ha sido contaminada como consecuencia, directa o indirecta, de la actividad de una empresa de refino, almacenamiento, transporte o venta de hidrocarburos. Y es que la gestión de grandes volúmenes de hidrocarburos tiene un riesgo prácticamente inevitable: las fugas. Cuando éstas llegan al agua subterránea se movilizan, multiplicando rápidamente el área afectada y convirtiéndose en un problema medioambiental considerable, que sin duda tendrá consecuencias para el titular de las instalaciones. Por ello la detección temprana es de gran importancia. La solución de SST presenta ventajas sobre las ya existentes; la reconciliación de inventario, la medición de presión intersticial en doble pared, las pruebas de estanqueidad en depósitos… todos tienen una zona de sombra, una cantidad de hidrocarburos que puede fugarse sin ser detectada, de alrededor de 0,4 litros por hora, que podría suponer 3.000 litros anuales afectando al medioambiente. Teniendo en cuenta que un litro de hidrocarburo puede contaminar 1.000 litros de agua, la magnitud del problema queda bien reflejada. El sistema ideado por SST consta de un sensor que flota en el agua subterránea del piezómetro de control -un instrumento que mide la presión- y se activa, debido a una reacción físico-química en su interior, en presencia de un hidrocarburo en fase libre (gasolina, diésel, jet fuel…). El sensor está conectado a un emisor de radiofrecuencia, que se coloca en la tapa del pozo, y lee la información y la reenvía de forma inalámbrica a la centralita, donde se gestionan las alarmas. Se instala en 10 minutos, sin obra civil, y tiene batería para operar las 24 horas durante siete años sin ningún tipo de mantenimiento. Ciencia para comer sano Finalmente, el quinto galardón español fue para el Colegio Vizcaya, en el ámbito -claro es- de educación. La innovación presentada por este centro, localizado en Zamudio, consiste en la creación de un laboratorio de cocina como forma de acercar el conocimiento científico al alumnado y de que adquiera hábitos saludables a través de la práctica y del trabajo colaborativo, implicando para ello a toda la comunidad educativa. El director del colegio, Miguel Ángel Moral, cree que hace falta innovar y crear nuevos proyectos para "realizar los objetivos deseados en la educación". Y ahí entra "Cocinando las Ciencias: el laboratorio de cocina como recurso de aprendizaje integral e integrador". Lo que persigue, según Moral, este proyecto es que los alumnos tengan una mayor comprensión de los elementos científicos y de su aplicación práctica para la vida. Sobre todo, para tener una mejor alimentación. Los alumnos aprenden a cocinar, pero también química, biología, física; cada grupo prepara el plato que quiere, y al mismo tiempo testa, por así decir, los ingredientes. Un beneficio añadido, según Imanol Encinas, director técnico de ESO en el Colegio Vizcaya, es que el proyecto ha servido para "derribar barreras de desigualdad de género". La confianza importa Estos ejemplos demuestran que hay una apreciable capacidad innovadora de nuestras empresas y centros de enseñanza. La primera edición de los premios QIA en España ha sido posible gracias a la incorporación de la Asociación Nacional de Centros Promotores de la Excelencia, Centros CEX; al Comité Organizador de los galardones, y a la Fundación Vasca para la Calidad (Euskalit). La vicepresidenta de Centros CEX, Irene Navarro, señala que "España tiene empresas muy innovadoras, con un alto potencial tecnológico y un talento humano excepcional. Las empresas españolas tienen proyectos punteros y únicos en el mundo para mejorar la calidad de vida de las personas. Ahora solo nos queda apoyar y difundir estos buenos proyectos y creer más en nuestra capacidad de innovación". La Asociación de Centros Promotores de la Excelencia, conocidos como Centros CEX, están distribuidos por toda España y su principal objetivo es unir los esfuerzos que se están realizando en diferentes comunidades autónomas, para potenciar, de forma conjunta y coordinada entre sus asociados, el desarrollo de la cultura de la calidad, la innovación y la excelencia en la gestión empresarial de nuestro país. Forman parte: el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (Ader), Madrid Excelente, el Club Asturiano de Calidad, la Fundación Navarra para la Excelencia, la Fundación Vasca para la Excelencia (Euskalit), el Instituto Aragonés de Fomento (IAF), el Instituto de Innovación Empresarial de las Islas Baleares (IDI) y la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria (Sodercan). Casos de éxito como los descritos son esperanzadores, pero es indudable que España puede mejorar mucho en el ámbito de la innovación. Según Cotec, la inversión pública en 2016 se situaba un 13 por ciento por debajo de niveles precrisis, mientras que la inversión privada se situaba un 5,8 por ciento por debajo. Es un hecho que la gran mayoría de países de la UE (21 de 28) ha recuperado los niveles de inversión pública en I+D previos a la crisis. España constituye la excepción, junto con Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovenia, Hungría y Portugal.Liderazgo en innovación médica. España es referente mundial en trasplantes y en la lucha contra enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el alzhéimer, la malaria y el VIH. En el 'Top 10' de la producción científica. España es la décima potencia del mundo en publicación de contenidos científicos. Referente en ingeniería. Las constructoras y las firmas de ingeniería de España están en 85 países, con una cartera de proyectos de más de 74.000 millones de euros. Innovación ferroviaria. Nuestro país es líder en diseño y realización de líneas de alta velocidad (AV), con la segunda mayor red del mundo. Excelencia arquitectónica. Su rico patrimonio hace de España un foco de atención mundial para la arquitectura. Líderes en grafeno. España es uno de los principales productores y exportadores de grafeno, con una cuota de mercado del 20 por ciento. A la vanguardia en sostenibilidad. España es el cuarto país del mundo en sostenibilidad ecológica y el sexto en rendimiento medioambiental. Peso pesado en el ámbito aéreo y espacial. La española Indra es referente en gestión de tráfico aéreo y control de fronteras. Gran desarrollo de la Administración digital. España ocupa el cuarto puesto global en servicios de Administración electrónica.