El consorcio franco-japonés ya ejerce de líder global de ventas de automóvilesRenault y Nissan no se conforman con la alianza estratégica que suscribieron hace exactamente 19 años, ni con compartir a su primer ejecutivo, Carlos Ghosn, desde hace casi 17 años. Ahora quieren ir mucho más lejos, al explorar una fusión -con todas sus consecuencias- entre ambas compañías. Así lo adelantó ayer la agencia Bloomberg, al indicar que el grupo francés y el japonés "se encuentran en conversaciones para poner fin a su alianza y crear una compañía combinada que cotice en bolsa como un único valor". El aplauso ayer de la bolsa fue relevante, con repuntes en la acción de Renault del 5,79 por ciento, hasta los 98,5 euros, para situarse muy cerca de sus máximos históricos (100,8 euros). La misma agencia de noticias añadió que Nissan pretende adquirir el 15 por ciento del capital de su socio -que actualmente se encuentra en manos del Estado francés-, para así sumarlo al 15 por ciento que ya dispone de la compañía gala. Por su parte, el gigante del rombo ya atesora el 43 por ciento del capital de Nissan. En el caso de que prospere la fusión, ambas compañías pondrían en valor sus respectivas participaciones, para integrar sus estructuras, en la que también se contemplaría la presencia de Mitsubishi, la tercera pata de la denominada Alianza franco japonesa. Dicha entidad defiende los intereses comunes de marcas no solo de la terna Renault, Nissan y Mitsubishi Infiniti, sino también de Renault Samsung Motors, Dacia, Alpine, Datsun, Venucia y Lada, entre otras referencias. El holding opera en más de 200 países del mundo, con marcas para todo tipo de clientes. De hecho, la referida alianza conformó el año pasado el mayor consorcio automovilístico del mundo, con unas ventas de 10,6 millones de turismos y vehículos comerciales ligeros, por delante del Grupo Volkswagen y de Toyota. Los destinos de Renault y Nissan ya avanzaban de la mano a modo de feliz noviazgo desde finales del siglo pasado, con planes estratégicos conjuntos, pero no podían formalizar su matrimonio debido a la participación pública de Francia y Japón en sus respectivos campeones nacionales del motor. Los dos países no parecían dispuestos a vender sus respectivas participaciones. Ahora, tras las recientes fusiones de Chrysler con Fiat, PSA con Opel y Volvo con Geely, parece que ha llegado el momento de que la pareja avance en un movimiento natural: de la alianza a la fusión.