Finaliza el bloqueo del Ejecutivo alemán y de la propia UE, que estaba esperando el impulso de Berlín para acometer las reformas que necesitaLas bases del Partido Socialdemócrata (SPD) votaron a favor del retorno a una Gran Coalición con los conservadores de Angela Merkel. Un total de 239.604 afiliados del SPD -un 66 por ciento de las papeletas emitidas y válidas- votaron a favor del acuerdo de Gobierno con la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU). La votación, de carácter vinculante, era el último escollo para poner en marcha un nuevo Ejecutivo, después de que conservadores y socialdemócratas acordasen en febrero un pacto de Gobierno y el reparto de Ministerios. El sí es un alivio para el país y también para Bruselas, que hace meses espera el impulso de Berlín para acometer las reformas que necesita la UE. La canciller felicitó a los socialdemócratas vía Twitter e instó a "una mayor cooperación en beneficio de nuestro país". Unas felicitaciones que se repitieron desde toda Europa. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que "son buenas noticias para Europa". La decisión socialdemócrata favorece al bloque de la UE que ya no perderá el tren de las reformas que trata de poner en marcha el galo. A la contra, el movimiento de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que pasará a ser el partido más grande desde la oposición, calificó la decisión del SPD como una "catástrofe" para Alemania y prometió una oposición feroz. Fin a un cicló inédito El visto bueno de los socialdemócratas pone fin a un ciclo nunca visto antes en Alemania. El fracaso de las conversaciones de los conservadores con los ecologistas y liberales a finales de noviembre tras las elecciones del 24 de septiembre, obligó al SPD a sentarse con sus socios de la pasada legislatura y a alargar un periodo de bloqueo político que no tiene visos de haber llegado a su fin. La tercera Gran Coalición será la más compleja. Merkel enfrenta una nueva legislatura tras haber firmado su ocaso político con el nombramiento de su sucesora o desde que cediera Finanzas al SPD, una cartera que los conservadores siempre habían guardado con celo. El principio del fin de Merkel echa a andar justo cuando el país se dirige, a la par que toda Europa, por un campo atestado de minas y en una circunstancia en la que, por primera vez tras la II Guerra Mundial, tendrán que esquivar los envites que lleguen desde fuera Y los que lancen los populistas de AfD. Merkel contará con el paliativo de la socialdemocracia, que vive su momento más bajo desde su creación y que, pesea la victoria del sí, se sume en la división interna al tiempo que se desploma en las encuestas. Los conservadores y el SPD sólo tienen una mayoría del 53,5 por ciento en el Bundestag y, en señal de desconfinaza, ya han negociado una cláusula de salida de la alianza al cabo de dos años Hoy se reúnen las cúpulas de la CDU y CSU para analizar la situación. Posiblemente el 12 de marzo, la líder designada del SPD, Andrea Nahles, dará a conocer el nombre de quienes dirigirán los seis Ministerios de los que se hará cargo en el futuro Gobierno: Exteriores, Finanzas, Trabajo y Asuntos Sociales, Justicia, Familia y Medio Ambiente. Serán tres mujeres y tres hombres. El 14 de marzo, se espera que el Parlamento elija y nombre a Angela Merkel canciller por cuarto mandato consecutivo. Para ello, en la primera votación necesitará la mayoría absoluta de los votos de los diputados. Tras investir a la canciller, el presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, designará a los ministros propuestos por la canciller. No se esperan contratiempos y todo apunta a que Alemania ya contaría el 15 de marzo con un Gobierno con plenos poderes liderado por Merkel.