El sistema electoral mixto, proporcional y mayoritario complica el recuento Crece la participación en el sur, nuevo bastión de los "antipartidos" italianosLos primeros resultados de los comicios italianos confirman los temores de la víspera. Temores porque al cierre de esta edición, los sondeos a pie de urna indicaban como escenario más probable un Parlamento "colgado", es decir, sin una mayoría clara. El centroderecha de Silvio Berlusconi, Matteo Salvini y Giorgia Meloni se quedó lejos del 40 por ciento que depara una mayoría parlamentaria: dependiendo de las diferentes encuestas, la coalición conservadora cosecharía entre el 33 y el 38 por ciento. El Movimiento 5 Estrellas, aunque sin lograr la mayoría absoluta, se perfila como el ganador de los comicios, con un resultado por encima a las expectativas entre el 28 y el 32 por ciento. "De confirmarse esos datos sería un resultado histórico; seremos el pilar de la próxima legislatura" dijo el portavoz Alfonso Bonafede, comentando los primeros datos. El Partido Demócrata (PD) de Matteo Renzi es el gran perdedor de las elecciones: su resultado, según los primeros sondeos, se perfila entre el 20 y el 23 por ciento, la mitad con respeto al 40 por ciento que Renzi logró en las europeas de 2014. Los resultados definitivos se conocerán hoy por la tarde, o incluso en la madrugada del martes. La culpa es de la complejidad de la nueva ley electoral conocida como Rosatellum por el nombre de su impulsor, el parlamentario del PD Ettore Rosato. La norma introduce un sistema mixto, proporcional y mayoritario, que anoche complicó y mucho el recuento. Poca participación La complejidad de la ley electoral y la perspectiva de unos comicios sin ganador no favorecieron la participación ciudadana. Votó ayer el 74 por ciento de los 46 millones de italianos con derecho de voto, frente al 75 por ciento de las generales 2013 (81 por ciento en 2008). Hubo colas en muchos centros electorales, debidas sin embargo a la introducción de un "sello antifraude" para validar el voto; una novedad prevista para las papeletas de las generales pero no para las de las autonómicas. Los electores de Lazio y Lombardia, que ayer votaron también para renovar el Gobierno regional, tuvieron así que votar de dos manera diferentes: depositando su papeleta para las autonómicas en la urna y entregando las dos papeletas para las generales (para el Congreso y el Senado) al presidente del centro electoral para la colocación del "sello antifraude". Todo esto causó más retrasos. Tuvo que esperar también Silvio Berlusconi. "Es necesario mucho tiempo y habrá colas hasta esta noche. Estoy preocupado de que hayan personas que no consigan votar" declaró el magnate que a la hora de entregar las papeletas fue contestado por una activista de Femen, que llevaba escrito en el pecho "Berlusconi has caducado". No fue el único incidente. En un centro electoral de Roma se suspendió el voto por un error en las papeletas, mientras un problema parecido causó retrasos en otros centro de votación en Sicilia y en Piemonte. Hubro problemas además en el centro de la protección civil donde se recontaron los votos de los italianos residentes en el extranjero porque el tráfico impidió que llegaran los responsables. Sistema 'tripolar' Tras un día electoral ajetreado y una noche de incertidumbre, lo único seguro es que tras dos décadas de alternancia, Roma se topa con un sistema 'tripolar' en el que ninguna de las tres coaliciones alcanza la mayoría absoluta. Cualquier decisión sobre el futuro Gobierno pasará por el Presidente de la República, quien, en caso de resultado incierto, suele empezar una larga ronda de encuentros para encontrar una solución. Los analistas vaticinan semanas o meses de negociaciones. La fecha clave es el 23 de marzo, cuando las cámaras del Parlamento italiano celebrarán su primer pleno. Los partidos tendrán que ponerse de acuerdo para elegir a los presidentes de Congreso y Senado y la mayoría que se creará en esa ocasión puede ser la base para la formación de un nuevo Ejecutivo.