El impacto de su entrada en vigor solo será importante a medio y largo plazoQuienes piensen que la entrada en vigor del Factor de Sostenibilidad en 2019 va a solventar los problemas de la Seguridad Social a corto plazo, se equivoca de plazo. Según cálculos de elEconomista en base a un estudio elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), el parámetro apenas imprimirá un ahorro de 15 millones de euros en su primer año de aplicación. El Factor de Sostenibilidad salió de la reforma de las pensiones de 2013 que comandó la ministra Fátima Báñez, y supone añadir, para el cálculo de las pagas de quienes se incorporen desde el año que viene al sistema, la variable de la esperanza de vida a partir de los 65 años. Es decir: solo afectará a los poco más de 100.000 personas que se incorporen a la Seguridad Social desde el próximo enero, mientras que el resto de las 9,6 millones de pensiones que ahora se abonan mantendrán sus pagas completas. Según el citado informe de AFI, y que fue elaborado para la patronal del seguro Unespa, en 2019 el Factor de Sostenibilidad apenas restará un 0,72 por ciento el valor de las futuras pensiones. Un hachazo que en términos microeconómicos puede ser significativo para quien lo padezca, de unos cuantos euros, pero que a efectos macroeconómicos apenas tendrá impacto. De hecho, éste solo puede calcularse en base a los 3.700 millones de aumento de gasto extraordinario que la Seguridad Social asume en cada ejercicio por la incorporación de los recién retirados y la mejora de sus condiciones. De aplicarse sobre el conjunto del sistema su efecto sería mucho mayor: sobre un total de gasto previsto para el próximo año, de 147.000 millones, los ahorros serían mucho mayores, de más de 2.200 millones. Lo peor, más adelante El Factor de Sostenibilidad se determina por una compleja fórmula que también tiene en cuenta los ingresos y gastos del sistema. Como está por venir a medio plazo la jubilación masiva de los nacidos en la etapa del baby boom español, desde 1960, está previsto que los gastos crezcan muy por encima de los ingresos y, por ende, el citado Factor imprimirá recortes mucho más severos a las nuevas pensiones a partir del año 2025. El informe de AFI augura que para entonces el ajuste de las pensiones sería de casi el 5 por ciento, una cantidad ya nada desdeñable. Eso supondría para una pensión máxima, de 2.580 euros en la actualidad, un recorte de casi 130 euros en su prestación. Los efectos a más largo plazo son incluso más impresionantes, de tal forma que en 2060 todas las nuevas pensiones habrán recibido un impacto de su valor (más de 500 euros con el ejemplo de esas pensiones máximas).