Las tornas han cambiado para Inditex. Hace apenas unos meses, el gigante textil parecía prácticamente la única firma inmune del sector a la amenaza que supone Amazon y el comercio online. También era la gran compañía del Ibex en la que los analistas confiaban ciegamente por su modelo de negocio. Ahora todo esto se ha tambaleado y el mercado ha castigado a una cotizada que no está acostumbrada a ser hostigada, pero ha sido precisamente el vapuleo a su cotización el que ha permitido que vuelva a ser atractiva para los expertos. Tras una caída del 34 por ciento desde sus máximos y del 17,4 por ciento en el año, el valor cotiza en mínimos desde 2015 y lo hace a 21 veces sus beneficios de este ejercicio, lo que supone su múltiplo más barato de los últimos seis años. La compañía ha telegrafiado a los analistas los resultados que presentará el próximo 14 de marzo, con unos márgenes que siguen en caída y un beneficio bruto inferior al esperado. El conocimiento de esta revisión en las ganancias ha asustado al mercado, pero no a los analistas, que han pasado de debatirse entre una recomendación de compra y de mantener a inclinarse claramente por la primera. "Inditex todavía está teniendo ventas volátiles y está batallando con el viento en contra de las divisas, pero la valoración está por debajo de 20 veces su beneficio en 2019 y nuestro precio objetivo ofrece casi un 20 por ciento de retorno desde el nivel actual", reflexionan en RBC Capital Markets. Los obstáculos en el camino de Inditex han provocado que sus márgenes operativos hayan caído durante cinco años consecutivos y los expertos no creen que este 2018 logre remontar. Ha pasado de convertir en beneficio operativo 19,6 euros de cada 100 que ingresa a que se espere que este año solo lo haga con 16,7 euros de cada 100. Así, se prevé que sus beneficios crezcan solo un 8 por ciento. Desde JP Morgan explican que "un crecimiento más lento puede llevar a más presión a corto plazo en la acción, pero con los recortes por divisas ya hechos y la caída de la acción durante los últimos meses, veríamos cualquier aumento de la debilidad como un punto de entrada atractivo". Y es que desde que en junio Inditex tocó máximos ha venido sufriendo la fortaleza del euro. Desde el arranque del mes, los títulos de la compañía han retrocedido un 34 por ciento, mientras que el euro ha subido frente a una cesta de divisas ponderada un 24 por ciento en el mismo periodo. En este sentido, desde UBS señalan que "la fortaleza del euro ha continuado en los últimos meses en comparación con otras divisas de países dónde Inditex tiene un alto nivel de ventas". Un dividendo atractivo Con una rentabilidad por dividendo estimada del 3,2 por ciento en 2018, la retribución de la compañía no había sido tan atractiva desde el año 2009. La gallega reparte en torno al 65 por ciento de sus beneficios en forma de dividendos, pero con una caja neta que su- perará los 5.000 millones de euros a cierre de 2017 y que no para de crecer, los analistas creen que Inditex tiene capacidad para realizar un esfuerzo adicional. "Esperamos que alcance los 6.200 millones de tesorería en 2018, lo que, en nuestra opinión, deja potencial al alza para posibles retornos extraordinarios en efectivo o un aumento en la política de payout de la empresa", explican en JP Morgan. Con unas ganancias estimadas de 3.600 millones en 2018, si la empresa repartiese todo su resultado en forma de dividendos, la rentabilidad de los mismos se dispararía hasta el 4,8 por ciento. Mientras, si elevase el payout al 85 por ciento, el rendimiento se iría al 3,8 por ciento.