El beneficio de la empresa sube un 4% en 2017, hasta los 1.463 millones de eurosLas cuentas de Endesa no sufrirán en el caso de que el Gobierno decida legislar que las eléctricas deben hacer frente al desmantelamiento de sus centrales nucleares directamente. Así lo declaró ayer ante los analistas su consejero delegado, José Bogas, durante la presentación de los resultados de la compañía correspondientes al año pasado, en el que gano 1.463 millones de euros, un 4 por ciento más que en 2016, gracias a la solidez del negocio regulado. La pública Enresa, gestora de los residuos radiactivos, también es responsable de desmantelar las centrales nucleares. Para ello obtiene los fondos de las propietarias de las plantas, que le entregan unos 6,7 euros de cada MWh que generan con ellas. Se estima que desmantelar el parque atómico cuando acaben sus actuales 40 años de vida útil tendrá un coste de 8.000 millones, Enresa ya ha reconocido que le faltan 3.000 millones y el ministro del ramo, Álvaro Nadal, quiere que sean las eléctricas las que acometan el desmantelamiento directamente y corran con todos los costes. Las eléctricas, sobre todo Iberdrola, habían rechazado la idea y habían recordado que, además del referido pago directo a Enresa, abonan un impuesto sobre la gestión de residuos que contribuye a financiar los costes fijos del sistema eléctrico. Sin embargo, ahora Endesa se desmarca y plantea que la medida no tendría coste para ella. Las tasas compensan Endesa cuenta con 3.300 MW atómicos y ha abonado ya unos 2.400 millones a Enresa para su desmantelamiento. Parte de ese capital, 600 millones, son tasas que Bogas considera que, en caso de que Nadal materialice sus planes, deberían serle devueltas a la compañía. Y esa cantidad le permitiría compensar el coste que tendría para la empresa acometer el desmantelamiento: "No tendría impacto", aseguró. En relación a los resultados de 2017, Bogas resaltó que la integración de la filial de renovables -aportó 181 millones en un primer ejercicio de consolidación completa-, el negocio regulado -cuyo margen aumentó un 8 por ciento- y los planes de eficiencia -los costes fijos han bajado un 4 por ciento-, le han permitido superar un año en que el margen del negocio liberalizado bajó un 18 por ciento por el coste de la compra de energía y el encarecimiento de los combustibles. La devolución de lo aportado por la empresa al bono social entre 2014 y 2016 -222 millones- terminó de apuntalar un resultado bruto operativo (ebitda) de 3.542 millones, ligeramente por encima de lo anunciado. Endesa dará un dividendo de 1,382 euros por título con cargo a 2017, un 4 por ciento más que en 2106 y un 5 por ciento más de lo previsto.