El colectivo cree que la cementera está violando las leyes medioambientalesmadrid. Los sindicatos americanos United Steelworkers (USW) han plantado cara a la filial estadounidense de Cementos Portland Valderrivas, Giant Cement Holding. La central sindical ha empezado los trámites legales para demandar al grupo por violar las leyes medioambientales, informaron a elEconomista fuentes sindicales.USW ha mandado un aviso de intención de demanda contra Giant Cement. ¿El motivo? Las tres plantas que tiene en Estados Unidos (Alabama, Pensilvania y Carolina de Sur) no han presentado de "forma continuada" la información adecuada a los organismos reguladores estatales y federales sobre la identidad y cantidad de las emisiones de productos químicos tóxicos que producen. Informar a las autoridadesSegún el sindicato, la ley de Planificación de Emergencias y del Derecho a la Información Comunitaria (EPCRA) obliga a que algunas empresas informen de las emisiones rutinarias que realizan sobre unos determinados productos químicos. Aquellas materias que se encuentran en un listado de la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU y que sean utilizadas por las compañías deberán ser comunicadas a las autoridades. Función, según el sindicato, que no ha hecho la filial de Cementos Valderrivas. Una opinión que no comparte FCC, propietaria del grupo cementero. Según la compañía, las plantas de Giant Cement cumplen la normativa correctamente y sin problemas.Esta información medioambiental que se remite a las autoridades es accesible para toda la sociedad, con el fin de que conozca que residuos se emiten en las plantas cercanas a sus ciudades. Además esa documentación es útil para los servicios de emergencia. En el caso de que haya un escape, estos servicios actuarán de una manera u otra en función de los materias tóxicas que se estaban utilizando. Si no se tiene información de los productos químicos que quema la planta, es muy difícil actuar en casos de emergencia que pueden afectar a la planta, pero también a la comunidad de vecinos, aseguró un portavoz del sindicato a este diario.El aviso que ha dado el sindicato es el primer trámite para interponer una demanda, según establece la legislación norteamericana. La carta de intención se envía a la compañía y a todas las autoridades pertinentes para que se vayan preparando los pasos legales. Ahora la filial de FCC tiene 60 días para responder, resolver los problemas, hablar con los demandantes o preparar su defensa. Por el momento, el grupo español está bastante tranquilo y asegura que el objetivo del sindicato es hacer ruido, porque no se ha llegado a un acuerdo sobre el convenio laboral en la planta de Carolina del Sur. Por el contrario, el sindicato está decido a denunciar las violaciones del grupo español.