La entidad eleva en 600 millones, hasta 2.000 millones, los activos adjudicadosBMN ha aflorado una cartera de inmuebles adjudicados por impagos mucho mayor en su proceso de fusión con Bankia. Según los datos publicados esta semana por el nuevo grupo, la entidad absorbida contaba a cierre del año pasado con pisos y suelo con un valor bruto -antes de provisiones- de 2.067 millones de euros, un 40,5 por ciento más de los declarados en 2016. Fuentes de la entidad sostienen que esta diferencia se debe a criterios distintos en la contabilización de este tipo de activos, ya que BMN no incluía inmuebles en alquiler porque no porque ofrecen un rendimiento, hecho que Bankia sí. Con la misma regla, precisan el volumen de adjudicados del banco integrado cae un 2,5 por ciento. Este incremento de los activos inmobiliarios ha elevado a 5.115 millones el volumen de viviendas y terrenos que tiene en la actualidad Bankia, que suponen un 4 por ciento superior, a pesar de que en doce meses consiguió desprenderse en solitario de lotes por importe de casi 450 millones. De hecho, la mayor parte del sector está logrando ya caídas en el stock de inmuebles gracias a la recuperación de la economía, que permite un descenso de la morosidad y un ascenso de las ventas de adjudicados, bien al menudeo a través de la red de sucursales bien en paquetes en el mercado mayorista a grandes fondos de inversión. El ladrillo concentra el grupo de activos improductivos de la bancos que intentan acelerar su salida por sus costes tan elevados, que lastran las cuentas de resultados del sector. Los supervisores desde hace tiempo están apremiando a todas las entidades europeas a que se desprende a la mayor velocidad posible de esta carga con el fin de que mejoren la rentabilidad. Bankia no pretende llevar a cabo una gran megaoperación como el Santander y BBVA para deshacerse en una sola transacción de los inmuebles, según su consejero delegado, José Sevilla, tras analizarlo. Tanto Bankia como BMN cuenta con una menor exposición al ladrillo, ya que ambos grupos tuvieron que trasladar la mayor parte a la Sareb en el marco de su rescate. Traspasaron tanto inmuebles como créditos al promotor. Este tipo de préstamos, en el caso de BMN, se mantuvieron estables el año pasado, ya que bajaron apenas un 2,4 por ciento, hasta los 594 millones. En Bankia también experimentaron una caída superior, del 6,3 por ciento, hasta 1.122 millones. De esta manera, el nuevo grupo dispone de financiación a compañías inmobiliarias por 1.716 millones. En los próximos años, tras el fin de las restricciones, la entidad nacionalizada tiene previsto iniciar su actividad en este sector. Bankia ha aprovechado el impacto positivo por la diferencia entre el valor contable de BMN y el de adquisición para llevar a cabo provisiones por deterioro de activos y elevar las coberturas. Así, en el caso de los inmuebles, éstos están provisionados al 40 por ciento frente al 28 por ciento previo. El mercado ha castigado al banco en las últimas dos sesiones ante las dudas que genera la contribución futura de BMN al grupo. El año pasado, según las cuentas parciales publicadas, la entidad levantina redujo un 12 por ciento el margen de intereses y los beneficios antes de provisiones se mermaron a la mitad, a 170 millones.