Enrique de la Madrid encabeza la delegación mexicana en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) que se celebra estos días en Madrid. Atiende las preguntas de elEconomista, haciendo gala de un optimismo realista, que no pasa de puntillas por los problemas del país. ¿Llegará México a los 39 millones de turistas internacionales, y a la séptima posición del 'ranking' de la Organización Mundial del Turismo (OMT)? A noviembre, recibimos 35 millones. Entonces, lo que sí puedo asegurar es que estaremos arriba de los 38 millones, que para México ya sería cifra récord. Para ponerlo en perspectiva, hace cinco años recibíamos alrededor de 23 millones. Dependerá de qué haya pasado con Alemania y Reino Unido, si subimos o no al séptimo puesto. Pero también es importante resaltar que en cinco años hemos pasado del número 15 a ser el octavo país más visitado del mundo. ¿Qué mensaje principal quiere trasladar en Fitur? Ha declarado que quería captar más inversión española. ¿Qué sectores primará? El potencial turístico de México es enorme, porque hoy tenemos 38 millones de visitantes del exterior, pero concentrados prácticamente en cinco o seis destinos. En la medida en que se desarrollen más litorales, más Pueblos Mágicos, más turismo médico, de naturaleza, de reuniones y convenciones, ese número se va a seguir multiplicando. Por dos razones: tenemos una ubicación muy natural con respecto a EEUU y Canadá, y el mercado nacional es muy fuerte, de cada peso que se consume en México, el 85 por ciento lo gastamos los mexicanos. En esta Administración hemos detonado el movimiento de Viajemos todos por México, para promover más México dentro del propio país -un poco como lo que pasó en España- y no depender solamente del turismo exterior. También nos estamos abriendo a más partes del mundo: ha crecido Europa, pero falta mucho más, en particular en la Europa del Este. Esperamos más flujos de América Latina. Y de Asia, que para nosotros está casi inexplorada. ¿Hay algún Estado que quieran promocionar o dar a conocer? Más que Estados, lo que queremos también es hacer ver que hay mucho más México que el sol y playa, sin descuidarlo, porque por Cancún y Riviera Maya entra quizá el 40 por ciento de los visitantes del exterior. Además, es un sector que sirve como entrada a México, porque tenemos el Aeropuerto Internacional, ya con cuatro terminales. Queremos, a partir de esa buena conectividad, llevar a más gente hacia el mundo ma-ya (Yucatán, Campeche, Chiapas), e incluso llegar a Oaxaca. En el norte nos gustaría, por ejemplo, aprovechar la conectividad de Los Cabos para desarrollar Sinaloa y Chihuahua. Lo que quisiera transmitir es que siga muy bien la parte de sol y playa, pero que lo complementemos con otro turismo, como lo que están queriendo hacer en España. Mandar la señal de que México tiene un enorme potencial, también de inversión. Nosotros nos sentimos muy agradecidos, con muchísima inversión española, sobre todo hotelera, en el país. En estos días de Fitur, aprovecho para reunirme con los grupos hoteleros españoles y todos tienen proyectos de crecimiento en México, y no solo en las costas. La inversión española es importantísima para México. Aunque no afecta directamente a los destinos turísticos, la inseguridad parece un problema. 2017 ha sido un mal año en lo que hace a homicidios. ¿A qué se debe este repunte? ¿Cómo lo combate el Gobierno de México? Sí, hay muchas explicaciones: hay una producción otra vez muy fuerte de cocaína en Suramérica, que se traduce en una presión fuerte para cruzar por México. 2016 fue el final de una etapa de transición para pasar a un nuevo sistema penal acusatorio en México: para algunos delitos que antes eran graves, se establecía prisión preventiva, mientras que ahora es a opción del juez. Y también, aunque suene raro, hubo muchos cambios de Gobiernos estatales que implican cambios de mandos policiacos, y la suma de cosas quizá explica el repunte. Tomamos el tema de seguridad con toda la seriedad del caso, reconociendo que también hay riesgos de seguridad y retos globales. Por ejemplo, en México no hay terrorismo. Tenemos que fortalecer nuestras instituciones, y estamos instrumentando un modelo de seguridad para blindar los destinos turísticos. Es el último año de mandato de Peña Nieto, ¿qué prioridades tiene para estos meses? La inflación acabó 2017 en el 6,77 por ciento... La prioridad del Gobierno es consolidar las reformas estructurales. La reforma energética, por ejemplo, no es de futuro: ya hay licitaciones por cerca de 65.000 millones de euros. La de telecomunicaciones ya ha permitido la participación de empresas privadas y disminuido el coste de la telefonía celular casi un 40 por ciento. Así, también en la parte financiera; la penetración financiera mexicana ha pasado del 20 por ciento a más del 30 por ciento hoy en día. La seguridad es otra prioridad, porque tenemos elecciones y se quiere mandar la señal clara de un país en control. Y la otra es el proceso de renegociación del tratado de libre comercio (TLC) con EEUU y Canadá. En cuanto a la inflación, la caída de los precios del petróleo del año pasado fue muy dramática, y eso entre otras cosas ha provocado una depreciación de la moneda, que también tiene un impacto en la inflación. La tenemos controlada, el banco central en México es autónomo, ha subido las tasas de interés y el Gobierno ya fijó la posición de no permitir un mayor nivel de endeudamiento y gasto público. ¿Cuáles son las expectativas del Gobierno en la revisión del TLCAN? ¿Se podrá cerrar en marzo o a final de año? ¿Es posible que Trump cumpla su amenaza de abandonarlo? La expectativa nuestra es seguir negociando con EEUU y Canadá y lograr un acuerdo renovado, pero mantener el TLC es para nosotros muy importante, y sobre todo porque lo relevante de mantenerlo es que lograríamos continuar tres países y por la importancia que tiene EEUU en el mundo. Si el TLC se destruyera, en el fondo se estaría mandando un mensaje de que creemos otra vez en un mundo de proteccionismo y que cada quien se cuide como pueda. Realmente, más allá del TLC, yo creo que lo importante es la posición de EEUU ante el comercio internacional. Y la primera prueba, el TLC. Nuestra expectativa es lograr un acuerdo. Si no es en marzo, no importa. También apuestan por la diversificación. ¿Qué papel juega ahí la revisión del acuerdo con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico? La revisión del acuerdo con la UE es muy importante, y sí creo que para México esta experiencia reciente del TLC nos debe llevar a una mayor diversificación, más acercamiento con Europa, con América Latina. Eso nos permitiría reflejar que somos menos vulnerables ante cualquier problema de incumplimiento de EEUU. Y son mercados muy grandes, que quizá a veces no hemos atendido lo suficiente. Y en Asia -en México no hay inversión importante de China- también hay un potencial muy grande. El mensaje es que México se tiene que abrir a más mundo, manteniendo la buena relación con EEUU. Ha hecho referencia a la descentralización. ¿Cómo se ve desde México el intento de Cataluña por independizarse de España? Nosotros como Gobierno hemos sido muy solidarios con el Ejecutivo español. Creemos que el Gobierno en su conjunto puede mantener la unidad, reconociendo que puede haber una mayor autonomía de gestión en una de las áreas. Yo creo que para competir en el mundo es más viable competir juntos que cada uno por separado. A nosotros nos interesa una UE más fuerte, porque nos permitirá una negociación con el conjunto de la UE, un acceso a un mercado enorme, rico, poderoso, en lugar de estas negociaciones bilaterales que ahora algunos piensan que pueden hacer. Negociar con 28 países lo individual es más difícil que un acuerdo con una región. Entonces, ¿le gustan las propuestas de Macron, de más integración y más Europa? Sí. No soy un experto en Europa, pero creo que la UE cuando menos tiene dos explicaciones muy sencillas que ya justificarían que se quedara unida: una, que ha hecho posible quizá el periodo de paz más largo de la historia reciente. Y la otra es que Europa unida puede hacer frente a EEUU; Europa desunida no es competitiva con EEUU. Y luego hay temas comunes, como la migración. La única manera de parar la migración es ayudar a que esos países se desarrollen y crezcan y evolucionen. Mucha de la inmigración que pasa a EEUU viene de Centroamérica, ya ni siquiera viene de México. No la paras con muros, sino con desarrollo en esos países. Tener políticas comunes, quitar barreras arancelarias, todo esto ha hecho que Europa pueda prosperar. Yo creo en una Europa unida y fuerte. Ha afirmado que uno de los grandes desafíos de México es la desigualdad, y uno de los proyectos de su Gobierno para atajarla son las Zonas Económicas Especiales (ZEE). ¿Veremos en 2018 inversiones más tangibles, incluso en turismo? Primero fue la ley y la determinación de los criterios de dónde podría haber ZEE. Ahorita ya estamos en el proceso de delimitar los polígonos, ya se hizo por ejemplo en Lázaro Cárdenas, en Michoacán, en el puerto, y en Salina Cruz, otro puerto, en Oaxaca. Ya estamos en la etapa de precisar el detalle de estas zonas, e incluso ya ha habido anuncios de inversiones. Eso ya está ocurriendo y en lo que resta de este año quizá habrá dos anuncios específicos más de las zonas. Yo esperaría que pudiera decretarse alguna zona turística dentro de las ZEE, pero eso hoy en día no lo tenemos. El presidente Peña Nieto se comprometió a satisfacer 266 compromisos durante su mandato, pero ha reconocido que a la fecha solo ha cumplido el 60 por ciento. La patronal Coparmex dice que ha cumplido el 40 por ciento… ¿Le dará tiempo en un año a realizar sus promesas pendientes? Se va a cumplir el 100 por ciento de los compromisos, ya sea en los términos originales o en los términos que se modificaron. Y eso del 40 por ciento no es cierto. Nosotros, como funcionarios públicos, estamos constantemente reportando a Presidencia este cumplimiento. La gran mayoría se ha cumplido en los términos originalmente pactados y anunciados. ¿Ha tenido algún impacto el terremoto en cifras? ¿Tienen alguna medida prevista para tranquilizar al visitante, al turista, sobre este tipo de sucesos? De los dos millones de inmuebles que hay en la Ciudad de México, se cayeron 38. Y los que se cayeron todos fueron inmuebles construidos antes de 1985, o sea, antes de que se cambiaran las reglas después de los primeros temblores. Entonces, yo más bien creo que estos sismos lo que nos han demostrado es lo muchísimo que cambió la Ciudad de México en términos de construcción, de preparación, de la gente, enorme. En Oaxaca y Chiapas, los sismos lamentablemente fueron muy dañinos, pero en las zonas turísticas tampoco sabrías que tembló. Una victoria de López Obrador, ¿realmente podría echar atrás las reformas? Contesto más como ciudadano que como funcionario. Yo digo que no hay ningún blindaje contra un nuevo Gobierno. Y voy a poner un ejemplo: algunos dirían oye, pero es que ya no podrían cambiar la reforma energética, porque la cambiaron en la Constitución y no tendrían la mayoría. Si llega un nuevo Ejecutivo y deja de instrumentar la reforma, no necesita cambiarla. El único blindaje contra malas medidas de un Gobierno es no votar por ese Gobierno. Y yo espero que los mexicanos eso lo entendamos, que no es cierto eso de que "una cosa son los discursos de campaña y otra lo que hacen los Gobiernos". No, los Ejecutivos tenemos orientaciones, y cuando llegamos a una situación tratamos de dirigir las cosas hacia donde creemos que deben ir.