La decisión sobre la M-50 será clave para ingresar 1.000 millonesEl Ministerio de Fomento ha decidido repartir las nueve autopistas de peaje en quiebra en dos lotes que relicitará y por los que espera obtener entre 700 y 1.000 millones de euros. En uno integrará la Circunvalación de Alicante y el tramo de la AP-7 Cartagena-Vera, dos de las vías a priori menos atractivas para el sector, mientras que en el otro se aglutinarán la R-2, la R-3, la R-4, la R-5, la M-12, la AP-36 y la AP-41. El plan del Gobierno es sacar a concurso los dos lotes a mediados de 2018 para proceder a su adjudicación antes de que finalice el año y con un periodo de concesión de hasta 25 años. Con ello, podrá anotarse los ingresos por estas privatizaciones y compensar el coste de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), que según los cálculos ministeriales se situará en unos 2.000 millones. El valor de las relicitaciones estará supeditado al estudio de tráfico y tarifas en que trabaja Typsa y, muy especialmente, a la decisión sobre los tramos de la M-50 ligados a las radiales. En su día, las concesionarias se hicieron cargo de sus gastos de mantenimiento aunque estaban libres de peaje. El Gobierno aún está analizando si lo incluye dentro del nuevo contrato o si, por el contrario, lo carga a los Presupuestos, según explica a elEconomista un alto cargo del Ministerio. Su valor, en un periodo de 25 años, es significativo. Lo mismo ocurre con varias carreteras que alimentan la Circunvalación de Alicante. "Estamos dándole vueltas a ver qué es lo que más nos interesa", subraya. Como avanzó este diario, la R-4 es la primera autopista que tiene la liquidación aprobada por el juez y Seitt la asumirá en febrero. Según Fomento, el resto revertirá en marzo, salvo la AP-41, que aún no ha votado el convenio. No obstante, el proceso de la R-3 y la R-5 también se dilatará hasta el segundo trimestre, de acuerdo con las fuentes jurídicas consultadas. En todo caso, Fomento podrá resolver los contratos unilateralmente.