Aragonés defiende la consolidación del sector y prevé que recibirá más ofertasEl desafío independentista ha impactado de lleno en las cuentas de las principales cadenas hoteleras españolas. Aunque Cataluña ha conseguido cerrar 2017 con un nuevo récord de turistas y de tráfico de pasajeros, lo cierto es que la inestabilidad social y política vivida en los últimos meses del año frenó casi en seco el ritmo de crecimiento del sector turístico en la región, que ha visto caer la demanda, los precios y los ingresos. No en vano, el tráfico de pasajeros de El Prat apenas creció un 3,9 por ciento en octubre, tras el referéndum ilegal, frente al 7,5 por ciento acumulado hasta ese mes. Así, NH, Barceló y Hotusa han reconocido que el procés ha lastrado sus resultados y su actividad en el cuarto trimestre del año y han alertado de que un recrudecimiento de la tensión puede volver a dañar su negocio, aunque ven cierta recuperación en enero. En concreto, el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés, ha calculado en 2 millones de euros el impacto negativo que el independentismo ha tenido sobre su ebitda. "El daño ha sido relevante y si vuelve a haber confrontación, impactará directamente en las cuentas", sentenció Aragonés durante la jornada Hotusa Explora celebrada en Madrid. Así, el directivo confía en que 2018 será "un gran año para el sector en España, a excepción de Barcelona". En esta línea, el consejero delegado de Barceló, Raúl González, reconoció una caída en la celebración de eventos en Barcelona del 6 por ciento, cuando se venía de crecer el 22 por ciento. El presidente de AC Hoteles, Antonio Catalán, ya advirtió de que la aventura soberanista de la Generalitat catalana estaba teniendo consecuencias negativas sobre el turismo de eventos en la Ciudad Condal. A su vez, González indicó que Barcelona ha pasado, de ser la "ciudad estrella de la hotelería urbana española", a que exista "preocupación por lo que va a pasar". Por su parte, el presidente de Hotusa, Amancio López Seijas, ha afirmado que en Barcelona no registraron una caída de actividad después del atentado, pero sí desde el 1 de octubre, cuando hubo "un desplome", que "ha continuado hasta diciembre", si bien en enero la "caída es menor". Así, ha recordado que en Barcelona la demanda hotelera crecía alrededor del 8 por ciento antes de que el Gobierno catalán decidiera proclamar la independencia y ha advertido de que si continúa "el conflicto en la calle", éste "será difícil de romper". La denuncia de las grandes cadenas coincide con el cambio de domicilio social de Hoteles Gargallo, que ha abandonado Cataluña para instalarse en Teruel. La cadena sigue los pasos de Hotusa, Derby Hotels, Axel Hotels y Best Hotels. La jornada organizada por Hotusa también ha servido de escenario para que Barceló y NH se encuentren públicamente tras el rechazo por parte de la segunda a la oferta de fusión de la primera. González aseguró que no piensan lanzar una contraoferta mientras que Aragonés defendió las fusiones en un sector que debe tender a la consolidación y ha vaticinado que recibirán más propuestas.