El fabricante de Marlboro apuesta por el tabaco sin combustión con IqosComo si de una partida de póker se tratase, la multinacional Philip Morris, fabricante de Marlboro, ha lanzado un all-in con su apuesta por el llamado tabaco sin combustión, un producto nuevo, tecnológico, y que supone un cambio "sin precedentes históricos" para una industria más bien inmovilista. "El futuro del tabaco está en la tecnología (...) No hay vuelta atrás", asegura en una entrevista con Efe el director general de la firma para España y Portugal, Mario Masseroli: "Nuestro objetivo es un mundo sin humo". Tanto es así que abiertamente habla de "canibalizar" sus propias marcas de tabaco convencional -Marlboro, Chesterfield y L&M forman parte de su portafolio-, "atacando" a sus clientes allá donde pueden "para informarles de este nuevo producto". La multinacional ha sido la primera en lanzar al mercado mundial un dispositivo electrónico de tabaco sin combustión, llamado Iqos; las tabaqueras JTI y BAT ya trabajan en proyectos similares. El aparato, con un coste aproximado de 70 euros, calienta una especie de pequeños cigarrillos -llamadas unidades de tabaco calentado y la cajetilla de 20 se vende en torno a los 5 euros- hasta una temperatura próxima a los 300 grados, lejos de los 600 que hacen falta para quemarlo. ¿El resultado? No se produce ceniza y no hay humo como tal, ventajas "funcionales" que palidecen al lado del objetivo prioritario de la compañía: que las administraciones certifiquen que el "vapor" del Iqos presenta entre un 90 y 95 por ciento menos de componentes negativos que el humo del tabaco convencional. "No hablamos de un producto inocuo, ya que contiene nicotina y es adictiva. Pero hay una demanda de tabaco, incluso la OMS reconoce que habrá más de mil millones de fumadores en 2025, por lo que queremos dar una alternativa a quienes quieran seguir fumando o no puedan dejarlo con un producto (...) que no haga tanto daño a la salud como el cigarrillo convencional".