La divisa comunitaria tanteó los altos alcanzados el año pasado, aunque finalmente cerró la semana planaPese a que a lo largo de la semana se han ido conociendo diversos indicadores macroeconómicos que favorecen el crecimiento y la fortaleza de la economía estadounidense, el euro rebotó con fuerza en la primera sesión del año, acercándose a los máximos intradía del año pasado y superando los de cierre, lo que trajo de vuelta viejos fantasmas a las bolsas europeas, temerosas de que el avance de la divisa comunitaria fuese a más y, en consecuencia, diluyese los beneficios que las compañías del Viejo Continente consiguen fuera de sus fronteras. "El nivel de los 1,2094 dólares es el origen de la fase de consolidación que desarrolla durante los últimos meses", explica Joan Cabrero. El experto añade que "la superación de esta resistencia es el último escollo para que se confirme la reanudación de la tendencia alcista de los últimos meses hasta siguientes objetivos que encuentra en los 1,25 dólares por euro. No obstante, mientras eso no suceda, se mantendrá el riesgo de que podamos ver una consolidación más amplia, algo que sería positivo para confiar en un contexto alcista sostenible en las bolsas europeas", concluye Cabrero. Finalmente, el cruce euro-dólar -a media sesión del viernes-, cotizaba plano en la semana, aliviando así las tensiones de la primera jornada anual. Mucha culpa del rebote del billete verde la han tenido los buenos datos de empleo y salarios del mes de diciembre en Estados Unidos. Pese a que se crearon menos empleos de los esperados -148.00 frente a 190.00-, la tasa de paro se mantuvo en el 4,1 por ciento -prácticamente pleno empleo-, mínimos no vistos desde el año 2000. No obstante, el mercado compró el incremento de los salarios, que repuntaron un 0,3 por ciento en el último mes del año, acumulando así un aumento de 2,5 puntos en el ejercicio recién finalizado.