Rebaja los créditos a tipo fijo y lanza uno a tasas variables con precios y condiciones similares a los de la competencia El Sabadell ha decidido estrenar el nuevo año entrando de lleno en la guerra por la captación de hipotecas. Hasta la fecha el grupo catalán se había mantenido al margen de la batalla y había apostado por los créditos a tipos fijos más elevados que la competencia. Ahora ha lanzado una campaña, con rebajas de precios y con la inclusión de un préstamo a tasas variables similar a las mejores ofertas existentes en el sector. El Sabadell no quiere desaprovechar el buen momento en que vive este segmento de actividad, que crece en nueva concesión a doble dígito y que permite a las entidades a incrementar la vinculación de los clientes y los ingresos por comisiones a través de los productos que son necesarios contratar. En este escenario, la batería del Sabadell se concreta en hipotecas a tipo fijo a diez y 30 años y una variable, además de otra especial para amortizaciones anticipadas sin coste y una más para los inmuebles de la propia entidad. En algunos casos, eso sí, el banco exige una nómina o unos ingresos de al menos 3.000 euros al mes, por lo que va dirigida a rentas medias y altas. Así, en la hipoteca variable, el grupo de origen catalán exige ese umbral de salario, además de tener domiciliada la nómina y dos recibos, pero sitúa la tasa a cobrar a euribor más un 1 por ciento, salvo el primer año que es fija -1,5 por ciento sin comisiones-. Otros bancos tienen este tipo de créditos en euribor más 0,99 por ciento, como Bankinter, ING, Santander, BBVA y Liberbank. Kutxabank tiene establecido el diferencial en el 0,9 por ciento. Como el Sabadell, buena parte de ellos reclama también sueldos superiores a los 3.000 euros. En el caso de la hipoteca fija, la gran novedad de la entidad que preside Josep Oliu es la que tiene un plazo a 10 años, que ofrece un interés del 1,5 por ciento hasta su vencimiento, mismo precio que tienen Bankinter y Liberbank y que es el más barato. Caída en nueva concesión El haber permanecido hasta ahora al margen de la guerra hipotecaria, el Sabadell le ha provocado una cierta pérdida en el pulso comercial en este nicho. En los nueve primeros meses del año otorgó 688 millones de euros en préstamos para la adquisición de una vivienda, frente a los 763 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. Aún así, logró una menor caída en el conjunto del stock que el sistema, de apenas un 0,4 por ciento, frente a más del 2,7 por ciento. Esto se debe a que las amortizaciones y vencimientos del préstamos son inferiores en el banco de origen catalán que en el resto. Gestiona en su balance un total de 30.993 millones en créditos para pisos, por lo que controla una cuota de mercado cercana al 4,5 por ciento. Asimismo, ha conseguido mantener la rentabilidad que cosecha por las nuevas hipotecas en los últimos meses, a pesar de la caída del euribor, ya que había apostado de manera casi exclusiva por los tipos fijos, lo que le ha facilitado la gestión de la cuenta de resultados. En concreto, en nueva producción el margen que obtenía en septiembre era del 2,19 por ciento. Doce meses antes, era del 2,26 por ciento.