Más de 750 trabajadores se han adherido ya de forma voluntaria al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que aplicará el Santander para integrar sus servicios centrales en España con los de Banco Popular, proceso que contempla la salida de 1.100 empleados mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, el 3,1 por ciento de la plantilla conjunta de ambas entidades. Según fuentes sindicales consultadas por Ep, la recepción de la oferta ha sido muy positiva entre los trabajadores de ambas entidades, por lo que algo más de 750 empleados -en torno al 70 por ciento de las plazas totales- se habían adscrito al proceso a 27 de diciembre. Tras las negociaciones, el Santander y los sindicatos alcanzaron un acuerdo que contemplaba la salida de 1.100 empleados mediante prejubilaciones y bajas incentivadas con el 80 por ciento del salario para los empleados que superasen los 50 años de edad, así como diversas primas en función de la antigüedad de cada trabajador. El periodo de adhesión voluntaria al ERE permanecerá abierto hasta el próximo 31 de enero, por lo que los sindicatos confían en que el número de adscritos supere los 900 para esta fecha y no descartan que se complete el cupo de bajas de manera no forzada. A partir del 10 de enero, el banco comenzará a dar respuesta a las solicitudes.