La lucha por la concesionaria española protagonizará las próximas operacionesEl año 2018 previsiblemente cerrará la que será una de las mayores operaciones de compraventa en España de su historia. Atlantia y Hochtief se disputan Abertis, en un proceso que podría elevarse hasta cerca de 20.000 millones de euros. Se llevará sin duda el protagonismo en el ámbito corporativo, a expensas de que puedan surgir nuevos frentes. También en el negocio de las concesiones de autopistas está pendiente de acontecimientos el traspaso de Itínere, por la que pujan Globalvia y algunos fondos de inversión. El próximo ejercicio servirá también para calibrar las capacidades de algunas empresas que han atravesado dificultades en los últimos tiempos, como OHL. La compañía de los Villar Mir cerrará la venta de su filial de Concesiones para dirigirse hacia el negocio puro y duro de construcción, principalmente. También habrá que estar atentos a la resolución de la situación financiera de otra histórica en el panorama industrial español, Duro Felguera. A nivel sectorial, dos cuestiones alumbran el mayor interés. Por un lado, el Plan Extraordinario de Inversión de Carreteras (PIC) tendrá que hacerse realidad en los próximos meses. Con una inversión prevista de 5.000 millones de euros, supondrá un balón de oxígeno para las constructoras nacionales, muy golpeadas en su negocio en España por el hundimiento de la inversión pública durante los últimos ocho años. Relanzar las partidas presupuestarias para obra civil será una de las batallas del sector, en un contexto en el que el reparto del arco parlamentario ya ha dado muestras de las dificultades para sacar adelante las cuentas públicas. En este punto también cobra relevancia el impulso a los corredores de alta velocidad, con el Mediterráneo como punta de lanza, a que se ha comprometido el Ejecutivo. Los otros dos frentes del Ministerio de Fomento, al margen del PIC, será el rescate y posterior relicitación de las autopistas de peaje en quiebra. Seitt asumirá en las próximas semanas la gestión de ocho de las nueve autopistas liquidadas y tendrá que articular el modelo por el que las volverá a sacar al mercado. Aún no hay una decisión sobre el número de lotes en que saldrán, pero ya hay muestras públicas de que habrá mucho interés por explotarlas tanto por parte de grupos industriales (concesionarias) como por fondos de inversión internacionales. Mientras, el departamento que dirige Íñigo de la Serna tendrá que resolver si la reversión de las autopistas vencidas se convierten en gratuitas o se les aplica alguna especie de peaje blando.