A la tercera fue la vencida. El cava catalán se ha apuntado su primera victoria en la guerra que mantienen con los productores extremeños y valencianos después de que el Ministerio de Agricultura haya accedido a limitar la expansión de este cultivo el próximo año a 172 nuevas hectáreas. Aunque en principio la decisión del departamento que dirige Isabel García Tejerina podría parecer salomónica, en la medida en que rechaza la pretensión del Consejo Regulador de Cava de limitar a 0,1 hectáreas durante los próximos tres años la plantación de este tipo de uva, la decisión supone en realidad un triunfo para la posición defendida por las bodegas catalanas, que desde que se implantó el nuevo sistema de autorizaciones han intentado frenar la expansión de la competencia extremeña y valenciana, localizada fundamentalmente en Almendralejo (Badajoz) y Requena (Valencia). Así, Agricultura rechaza la prohibición solicitada, pero impone duras restricciones para las zonas emergentes.