No hay quien pueda con el papel. Por mucho que los expertos auguren su declive, las cifras contradicen este tipo de presagios. El último ejemplo lo protagoniza la industria tradicional del libro, que durante 2016 registró un crecimiento de los ingresos superior al electrónico. Esa paradójica situación se ha producido en los Estados Unidos, donde las ventas físicas de libros han mantenido la trayectoria alcista de años anteriores, con un incremento del 13,1 por ciento de las ventas, lo que provocó una pérdida de cuota del mercado de los libros electrónicos durante el año pasado (-6,5 puntos). Según indica el informe de Red.es, "el Reino Unido también registra incrementos del 4,4 por ciento de los ingresos por las ventas de libros impresos, algo que no ocurría desde la irrupción de los libros electrónicos". Entre los distintos tipos de contenidos, el más usado en 2016 fueron las fotos digitales (71,6 por ciento de la penetración), seguido de las apps (67,1 por ciento) y la prensa digital (66,2 por ciento), por delante de las redes sociales (60,1 por ciento).