Ocho son las empresas que suministran electricidad bajo la modalidad del PVPC: cinco son filiales de EDP, Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y Viesgo, y las otras tres son CHC Comercializador de Referencia -sociedad conjunta de EDP y las pequeñas distribuidoras aglutinadas en CIDE- y las dos firmas que prestan servicio en Ceuta y Melilla. Si nos creemos los números que presentan al registro mercantil, ninguna cosecha beneficios. Y eso contraviene la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico: su artículo 17, relativo al PVPC y las tarifas de último recurso, especifica que "dichos precios se fijarán de forma que en su cálculo se respete el principio de suficiencia de ingresos, aditividad y no ocasionen distorsiones de la competencia en el mercado". Con independencia de lo aberrante que resulta pretender que unos precios máximos fijados regulatoriamente no distorsionen la competencia, las eléctricas se aferran a la disposición entrecomillada para mostrar sus resultados económicos y denunciar la situación a los jueces. El legislador se defiende, argumentando que debe fijar un límite en el margen comercial del suministro a la tarifa -orwellinamente calificada de voluntaria- porque hay muy pocas empresas habilitadas y, en consecuencia, no hay suficiente grado de competencia. E insiste en que el consumidor sólo debe pagar un servicio de comercialización estricto, y recuerda que las compañías querían incluir en él partidas ajenas, como las oficinas presenciales que utilizan para quitarse clientes unas a otras y aumentar su cuota de mercado. Ciertamente, el mercado eléctrico es un oligopolio y hay que proteger a los pequeños consumidores del dominio de los grandes agentes. Por eso las autoridades de Bruselas transigen con la tarifa -y más desde que sigue la curva del pool a pie juntillas-, pero no cesan en el empeño de minimizar su impacto en la competencia del mercado. ¿Cuál es el límite? Escoja usted. Pero sepa que las pequeñas comercializadoras del mercado libre huyen de los consumidores domésticos porque no obtienen suficiente margen con ellos.