Pasa de invertir 350 millones a buscar comprador para el hotel W de Madrid Platinum Estates ha cambiado de forma radical su estrategia en España. La firma de la familia india Mohinani se ha puesto manos a la obra para disminuir su exposición en el mercado inmobiliario español, una decisión que ha tomado alentada principalmente por la situación de inestabilidad que se da desde hace unos meses en Cataluña, donde el family office tiene varios proyectos, según han explicado a este periódico distintas fuentes del sector. Liderada por el empresario Harry Mohinani y su mujer Roshni, ambos asentados en Hong Kong, Platinum aterrizó en nuestro país en 2014, un momento en el que el mercado del ladrillo ofrecía a los inversores grandes oportunidades. El multimillonario conocía España por los negocios familiares, ya que su padre, Harish Mohinani, trabaja con grandes firmas de moda españolas como Inditex o Pedro del Hierro, a través de su empresa textil Grupo Mulitex. Desde que aterrizó en España, en 2014, ha invertido más de 350 millones de euros repartidos entre Madrid, Marbella y Barcelona. Fue en la Ciudad Condal donde llevó a cabo su primera operación, la compra de la antigua sede de Telefónica, en la Avenida de Roma 73-91, por la que pagó unos 56 millones de euros. Este es uno de sus proyectos más grandes y también el que le ha dado más problemas hasta la fecha, ya que se topó de frente con la moratoria hotelera que aprobó la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. El Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat) impedía que el conocido como Edificio Estel, de 73.000 metros cuadrados, se convirtiera en un hotel de gran lujo, que compartiría espacio con viviendas exclusivas y una zona comercial. Tras ver truncado este desarrollo, Platinum diseñó un proyecto de 300 viviendas de lujo, que ahora ha puesto a la venta y que está ofreciendo a distintos inversores, según confirman las mismas fuentes. Aunque ha empezado por Barcelona, el family office también está buscando comprador para su proyecto más icónico en Madrid. Se trata del antiguo Hotel Asturias, donde se proyecta ahora el primer establecimiento de la marca W de Starwood en la Capital, con 141 habitaciones, que abrirá sus puertas previsiblemente el próximo año. Platinum compró el inmueble en 2014 a la familia Salazar por 35 millones de euros, y ahora que ya tiene un inquilino de primer nivel ha iniciado los contactos con inversores, según fuentes del mercado, que aseguran que de momento "las conversaciones no están siendo exitosas, ya que el precio que quiere sacar por la operación es algo elevado". Otro de los proyectos en los que ha colgado el cartel de Se Vende en Madrid es en la calle General Oraa 9, un palacio en pleno Barrio de Salamanca, al lado de la Embajada americana. La firma proyecta en el edificio unas 10 viviendas de lujo, que comercializa desde 3,5 millones hasta casi los 11 millones. Según los expertos, el cambio de estrategia que ha tomado Platinum en España es lógico, ya que la firma no cuenta con un equipo propio en nuestro país para llevar a cabo los desarrollos de rehabilitación de sus inmuebles. "Es normal que esté intentando venderlos ahora y reducir su exposición al riesgo en España en este momento de inestabilidad que se vive en Cataluña". Sin embargo, explican que "si no logra cerrar la venta a los precios que él espera, deberá seguir adelante con la creación de valor a través de equipos externalizados, como ha estado haciendo hasta el momento", apuntan.