Redexis Gas ha demostrado que la inteligencia artificial también puede optimizar el suministro energético, diseñando redes de distribución óptimasPara muchos, hasta hace poco las palabras inteligencia artificial remitían a un futuro lejano que, como la película del mismo nombre que Spielberg tomó de manos de Stanley Kubrick y estrenó en 2001, impresionaba más por lo fantasioso de sus implicaciones cinematográficas que por cualquier traza de verosimilitud. Hoy, la realidad le ha ganado la partida a la ficción -aunque los robots no se parecen tanto al joven Haley Joel Osment y, por fortuna, el cambio climático no haya alcanzado las consecuencias que ambientan la acción en la cinta del célebre cineasta estadounidense-. Desde la predicción de pandemias a la identificación de galaxias, pasando por el dominio de complejísimos juegos de estrategia, no parece haber límites a lo que la inteligencia artificial -y en concreto el aprendizaje automático o machine learning- es capaz de conseguir. Pero ¿de qué estamos hablando exactamente? Los nuevos autodidactas En un sentido general, la inteligencia artificial hace referencia a la inteligencia que despliegan las máquinas, por oposición a la inteligencia natural. En general, un dispositivo inteligente es aquel capaz de estudiar su entorno y maximizar sus opciones de tener éxito en la tarea que tiene encomendada. Desde finales de los años 80, y simplificando mucho, los especialistas en este campo fueron siendo capaces de diseñar algoritmos que podían resolver problemas sencillos o hacer deducciones a partir de información incompleta. La historia de esta disciplina tiene mucho que ver con la creciente sofisticación de estos procesos. El llamado machine learning es una pieza fundacional en este campo. La irrupción en 2010 del programa Watson, concebido por IBM, y su exitoso paso por el concurso de preguntas y respuestas Jeopardy! ha popularizado más el término, que alude a la capacidad de aprender en función de la experiencia. Esta experiencia a veces tiene forma de grandes cantidades de datos -creativamente denominadas Big Data- a las que previamente no se les sacaba ninguna utilidad. El diseño de algoritmos que bucean en estos datos -las transacciones bancarias de millones de clientes, la incesante triangulación de señales de cada teléfono móvil, etc.- y extraen patrones, conclusiones o enseñanzas ha experimentado un notable auge en los últimos años. Con ello, el aprendizaje automático ha cambiado la fisonomía de algunos negocios y creado sectores ex novo. Así, la inteligencia artificial se ha ensanchado, digamos, y hoy permite a las máquinas abordar asuntos complejos como la comprensión de conversaciones humanas, conducir un vehículo de manera autónoma, interpretar correctamente imágenes y vídeos o diseñar redes de distribución óptimas. 'Sapere aude' Y aquí es donde entra Redexis Gas. Aunque la historia de la compañía se remonta más de siglo y medio, queda constituida con su denominación actual en 2013, y es hoy una de las principales compañías dedicadas a la construcción, operación y mantenimiento de redes de transporte y distribución de gas natural. La empresa también distribuye y comercializa gas licuado del petróleo (GLP) en España. Es decir, su cometido esencial es hacer llegar el gas natural a hogares, negocios y empresas. Redexis Gas empezó a operar hace seis años una red propia que ahora cuenta con 9.655 kilómetros. Todos los sistemas de la compañía hubieron de ponerse en pie desde cero, pero la juventud también tiene ventajas: se apostó desde el inicio por la tecnología más reciente, integrando la inteligencia artificial las decisiones sobre inversión y el plan de negocio de la compañía. La clave de este enfoque, su elemento más definitorio, es el hincapié en la acción comercial. A diferencia de otras compañías del sector, Redexis Gas estableció desde el primer momento un CRM (customer relationship management), es decir, un sistema global de gestión de la relación con los clientes. El camino más corto En 2016, recaban la colaboración de la consultora McKinsey para desarrollar un proyecto de inteligencia artificial. El primer objetivo fue el modelo de captación de clientes; mediante la aplicación de algoritmos de aprendizaje supervisado, la compañía identificó la propensión a la instalación del gas. Tras los buenos resultados obtenidos en la prueba, con datos reales, en una zona, el esquema se puso en marcha para la totalidad de la red. Hoy, la compañía ha duplicado la captación de clientes. En 2017, el uso de la inteligencia artificial comienza a aplicarse al desarrollo de dos nuevos modelos: uno de optimización de la inversión en la planificación de redes, y otro de planificación de trabajos de campo. El primero de ellos atacaba directamente el arduo y lento proceso por el cual se decide a dónde y cómo se llega a los clientes. El sistema creado con inteligencia artificial dibuja automáticamente la red, reduciendo el tiempo necesario y el número de kilómetros desplegados. En consecuencia, Redexis Gas ha ahorrado un 20 por ciento en la inversión económica para llegar al mismo número de clientes, mejorando así los resultados financieros y operativos. Más empleos La aplicación de esta tecnología no ha supuesto, sin embargo, una reducción de la plantilla. El equipo encargado de trazar la red ahora supervisa el trabajo realizado por el sistema de inteligencia artificial. Además, la compañía ha creado una unidad nueva específica de aprendizaje supervisado, integrada fundamentalmente por data scientists. Por otra parte, Redexis Gas estudia el uso de estas técnicas en otras áreas su funcionamiento relacionadas con la digitalización y la eficiencia energética. La compañía comenzará aplicar soluciones de este tipo en 2018: optimización de las rutas de las inspecciones; detección precoz del fraude; gestión predictiva del mantenimiento de las redes; prevención de riesgos, etc. A todo ello se añadirá un proceso de robotización de procesos, que mejorará la eficiencia general de la empresa. Potencial de crecimiento El siguiente paso para la compañía está en el Internet de las Cosas. Redexis Gas dispone de una red de infraestructuras muy extensa; la aplicación de esta tecnología y el despliegue de sensores puede proporcionar información valiosa, que permitirá elevar la seguridad y la calidad, y quizás ampliar servicios. Por lo demás, las perspectivas de la compañía son favorables. La penetración del gas natural en España es del 30 por ciento, por debajo del 50 por ciento de la media europea. España, y el resto del mundo, afronta una transición energética que debería conducir al predominio de las energías renovables en la segunda mitad del siglo. El gas natural tiene buenas cartas en este escenario. Esta energía limpia y eficiente es el mejor aliado hacia una economía baja en carbono. Tiene ventajas funcionales, económicas y medioambientales con respecto a otros combustibles. Por añadidura, el gas natural puede desempeñar un papel decisivo al permitir la reducción de emisiones con relación a otras energías fósiles, y constituir un respaldo para la intermitencia de las renovables. Hoy permite ganar en eficiencia económica y competitividad. El gas natural usado como combustible en vehículos ligeros y pesados supone ahorros cercanos al 50 por ciento frente a otras energías convencionales y una notable reducción en las emisiones de dióxido de carbono. En la buena dirección La red de Redexis Gas se extiende por 29 provincias en Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura y Región de Murcia. Facilita el acceso a energía a más de 9 millones de personas, industrias y comercios en más de 570 municipios. En los cinco años que van de 2012 a 2016 ha crecido de forma sostenida, pasando de 375.000 a más de 636.000 puntos de conexión. En el negocio del GLP, Redexis Gas ha experimentado un crecimiento del 13 por ciento en el primer semestre de 2017, hasta alcanzar los 80.300 puntos. En los últimos seis años ha realizado una inversión en infraestructuras superior a los 1.000 millones de euros, contribuyendo así a la vertebración energética de España. El empleo de inteligencia artificial y de técnicas de comercialización eficientes ya tiene su correlato en cifras. En el primer semestre de 2017, el número de contratos de nuevos clientes fue de 24.000, lo que supone un aumento del 56,5 por ciento en relación con el mismo periodo del año precedente. De ellos, 18.000 nuevos clientes han sido ya conectados a la red de distribución de Redexis Gas en los primeros seis meses del año. La compañía distribuyó un total de 14.882 GWh en los seis primeros meses del año, mejorando en un 18,6 por ciento el registro obtenido en el mismo periodo del año anterior. Al objeto de financiar su expansión territorial, la firma goza del apoyo del Banco Europeo de Inversiones (BEI): dispone de un acuerdo marco por 325,6 millones -de los que ha obtenido ya 160 millones, invertidos en la Península y las Baleares- y está negociando una segunda línea de fondos de 257 millones para infraestructuras a ejecutar entre 2018 y 2019. La expansión, por otro lado, recalará por primera vez en las Islas Canarias, donde la compañía va a instalar plantas y redes de aire propanado en ocho municipios de Tenerife y Gran Canaria, con una inversión asociada de 480 millones, tras ganar una adjudicación del Gobierno insular a finales del mes de octubre. En total, abastecerá a más de 425.000 viviendas -el 85 por ciento de las poblaciones- y se construirán en la segunda parte del próximo año 2018.