El futuro de la planta y una muerte laboral oscurecen el díaMADRID. La fábrica automovilística de Ford en Almussafes tenía que haber sido ayer una fiesta, ya que cumple 30 años de exitosa actividad en Valencia, de la que ya han salido casi nueve millones de vehículos y da empleo directo a 7.600 personas, además de todo el que genera a su alrededor.Sin embargo, la intervención del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, en el acto de conmemoración ha levantado cierto recelo sobre las garantías de futuro de la planta, cuando afirmó que irá a Detroit a "hacer todo lo posible para que la multinacional siga pensando en enraizarse en esta comunidad".El delegado de CCOO-PV en la planta, Miguel Rosaleny, interpretó estas palabras como que "vienen a corroborar el mar de fondo y la falta de proyecto industrial para la planta de Almussafes", por lo que a su parecer "confirma que hay verdaderos problemas de continuidad", en declaraciones a Ep. Fuentes de CCOO consultadas por este periódico consideraban que es pronto para hablar de estos problemas. Fuentes oficiales de la compañía aseguraron a elEconomista que el futuro de la compañía está garantizado, ya que se están fabricando el Focus, Fiesta y Ka, y por segunda vez en su historia a un ritmo superior a las 2.000 unidades día.Pero también la fatalidad se ha cebado con el día señalado, con el accidente laboral ocurrido la semana pasada que costó la vida a un empleado de la planta, y a raíz del cual se ha destituido cautelarmente al gerente del área de prensas, donde ocurrió el suceso. El comité ha pedido de forma unánime estudiar su dimisión definitiva.