La filial de CaixaBank tuvo 289 millones de costes extraordinarios La filial portuguesa de CaixaBank, BPI, obtuvo en el tercer trimestre del año un beneficio recurrente de 312 millones de euros, lo que supone un 71 por ciento de mejora sobre el registrado en 2016. Si se tiene en cuenta los costes extraordinarios que soportó el banco luso en este ejercicio (212 millones por la desconsolidación del angoleño BFA y otros 77 millones registrados en el primer semestre), el beneficio de BFI se reduce a 23 millones. La entidad destaca que Portugal contribuyó con 152 millones al resultado recurrente del grupo, una cifra que casi triplica la del año anterior y que atribuye a la buena evolución de la actividad comercial. La cartera crediticia a empresas aumentó en 320 millones, un 5 por ciento de subida y que conlleva ganancia de cuota de mercado. La ratio de morosidad de la entidad se sitúa en 5,5 por ciento, según los criterios europeos, y del 3,3 por ciento, según los del Banco de Portugal, muy por debajo de la media portuguesa. CaixaBank llegó al 84,5 por ciento en BPI en febrero de este ejercicio, cuando concluyó la opa lanzada en septiembre del año anterior. Fue clave para desbloquear la operación la venta del 2 por ciento de BFA a Isabel Dos Santos, con lo que la participación de BPI se redujo al 48,1 por ciento.