Rajoy rechaza sacar el tema en la cumbre, pese al deseo de numerosos EstadosLa pasada semana, por primera vez en la historia de la UE, una región se desgarró unilateralmente de un Estado miembro. Cataluña dejó este salto al vacío en suspenso. Pero la declaración unilateral de independencia, que aún pende sobre España, hizo ayer hablar a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, que fue tajante: "No hay espacio para ningún tipo de mediación o iniciativa internacional", dijo. Cataluña se convirtió así en un asunto explosivo, una puerta de entrada demasiado peligrosa para los fantasmas nacionalistas a través de sus regiones. A pesar del riesgo de comunicar con el pasado más oscuro del Viejo Continente, la reunión de los líderes de la UE (el Consejo Europeo) iba camino ayer de no pronunciarse oficialmente. La razón principal: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no quiere sacar el tema en el encuentro con sus colegas de la Unión, que arrancó ayer y concluye hoy en Bruselas. Desde el Gobierno se cierran en banda. Repiten que las instituciones y los jefes de los Ejecutivos europeos ya se han pronunciado de manera unívoca. Además, el presidente no quiere dar oxígeno al esfuerzo del Govern por internacionalizar el conflicto, menos aún siendo él quien lo pone en la mesa. Pero el Gobierno ha perdido la opor- tunidad de cuajar el coro de voces de sus socios en una declaración solemne, justo en vísperas de que suspenda por primera vez, aunque temporalmente, las competencias de una comunidad autónoma. Sin embargo, varios líderes europeos indicaron en sus llegadas a la cumbre que esperaban que se tocara el asunto. El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, comentó que "no se puede ignorar el tema de Cataluña, del que seguramente se hable, aunque no esté en el orden del día". El marco podría ser el debate sobre el Estado de Derecho en la UE, que la canciller alemana Angela Merkel tenía previsto sacar durante la cena, y que continuaba al cierre de esta edición. En su llegada a la reunión, Merkel volvió a expresar su "apoyo" al Gobierno y expresó su deseo de una solución con encaje en la Constitución española. Palabras de un apoyo sin fisuras que llegaron aun con más fuerza en boca del presidente francés, Emmanuel Macron. Subrayó que la cumbre "estará marcada por un mensaje de unidad en torno a los Estados de cara a las crisis que puedan conocer. Unidad en torno a España". Las muestras de apoyo de todos los líderes a los que se les preguntó por el asunto contrastó con el silencio sobre el tema de Rajoy, dentro y fuera de la sala. Pero no fue el único. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, canceló un encuentro con periodistas en Bruselas, donde se reunió con el presidente de la Comisión Europea. Llamativo contraste La falta de ambición española para formar una posición firme y pública europea, y para hacer pedagogía entre la prensa extranjera provocó situaciones en las que el Gobierno se sorprendió por tener que explicar la defensa del Estado de Derecho frente a la embestida independentista. E incluso algunos, como el primer ministro belga, Charles Michel, pisaron fuera del tiesto en días pasados al decir que si el diálogo falla en España, habría que plantearse la mediación internacional. Mientras, la UE sigue pronunciándose, incluso a través de respuestas a consultas que se le formulan desde muy diversos ámbitos. La última de esas respuestas le ha llegado a la Federación de transporte Fenadismer, que ayer difundió que la Comisión le ha comunicado que "en caso de abandonar España, Cataluña dejaría de pertenecer a la UE". + Bruselas expresa su deseo de que la situación se resuelva con diálogo y respeto a la Constitución.